La inclusión de zonas de los Montes do Morrazo como susceptibles de recibir las fumigaciones aéreas con flufenoxurom provocó una tormenta de reacciones en los últimos días. La Plataforma en Defensa dos Montes do Morrazo rechazó este plan y asegura que se trata de un producto altamente tóxico que, aunque luche contra la plaga del gorgojo del eucalipto, dañará a otras especies de flora y fauna, a los cursos de los ríos e incluso afectará a varios núcleos habitados. La Consellería de Medio Rural, sin embargo, se defiende y alega que no se trata de un plan de fumigaciones del gobierno autonómico, sino que parte de la Federación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón. Ellos se dirigen a los comuneros o propietarios de plantaciones de eucaliptos ofreciendo el servicio. La Xunta lo que hace es estudiar cada solicitud y autorizar, en su caso, las fumigaciones aéreas.

De momento no se ha solicitado ninguna en toda Galicia y desde Medio Rural apunta que únicamente se fumigará en aquellos lugares en donde los dueños los soliciten expresamente. Las tres comunidades de montes de Moaña ya rechazaron esta solución y aseguran que seguirán por la vía de sustituir el eucalipto infectado por otras especies como los pinos.

Sobre la toxicidad del flufenoxurom la Xunta asegura que, al menos hasta final de año, es un producto legal que puede comprar cualquier particular, y alega que se dejará de vender por un problema relacionado con las licencias. A partir de 2013 ya no se podrá usar este compuesto químico.

Fuentes oficiales de Medio Rural entienden que no comporta ningún riesgo para personas ni otras especies de árboles y añaden que incluso se utilizó para acabar con plagas que afectaban a robles en la provincia de Ourense y en el sur de la de Lugo. "Ademais as concentracións son moi baixas. Sería un vaso de flufenoxurom diluído con auga por cada hectárea de terreo".

Colectivos ecologistas alertan de que el área susceptible de sufrir estas fumigaciones en la península do Morrazo afectaría sobre todo a zonas de Moaña, Marín y Vilaboa. Delimitan una circunferencia de ocho kilómetros de diámetro.