La salida al mar realizada por Ramiro Álvarez Clavero el pasado lunes acompañado de varios estudiantes y personas interesadas en los restos de buques hundidos en el Faro de A Borneira cumplió todos los objetivos planificados. Asegura el miembro de la Unidad de Detección Remota de Centro e Apoyo Científico y Tecnológico a la Investigación de la Universidad de Vigo, Ramiro Álvarez, que los asistentes pudieron ver un gran número de "blancos" sumergidos, incluyendo interesantes sonargramas de "rippeles arenosos" compuestos de corales pulverizados. Ramiro Álvarez señala que un sónar con 2,5 centímetros de resolución espacial no es capaz de ver una estructura de muchos metros de eslora y de manga, "es como decir que un satélite de 0,7 metros de resolución espacial en el nadir de la observación no es capaz de captar una imagen de una gran ciudad en un día sin nubes".

Las imágenes remitidas por Ramiro Álvarez prueban que efectivamente el barco en el que iban fue parado por la Guardia Civil del Mar y el Centro de Buceo Balea explica que se le solicitó la documentación por encontrarse en una zona de interés arqueológica. Tras examinar que la documentación estaba en regla el barco siguió su trabajo. Las contradicciones que se reflejaban el martes en este periódico fueron fruto de un malentendido.

La Universidad de Vigo está interesada en adquirir este sónar de barrido lateral para obtener imágenes de los buques hundidos en la costa de Cangas, como el Herminie, hundido en 1762, o Valparaíso, un buque mixto de vapor y vela del siglo XIX o un trasatlántico desguazado, como el Southern Cross.