Los conductores que pasaron ayer el mediodía por el Corredor do Morrazo se encontraron con un contratiempo más de los previstos. Y es que al desvío del tráfico que estos días se realiza en la rotonda de salida hacia Cangas y san Martiño por las obras para construir una mediana se unió un nuevo desvío, ocasionado por el desprendimiento de cuatro tuberías que se anclaban al viaducto de San Lourenzo, en Domaio. Las abrazaderas se soltaron y los conductos rompieron. El extremo de tres de ellos quedó sobre el asfalto y el cuarto no llegó a caer pero sí que estuvo suspendido en el aire. Ante la dificultad que ocasionaba para el paso de camiones y vehículos de gran tamaño los trabajadores del servicio de conservación del vial optaron por desviar los coches que circulaban en ambos sentidos. Durante unos 15 minutos los coches debían abandonar el Corredor en la salida de San Lourenzo y acceder nuevamente en el enlace del mismo punto, permitiendo también los trabajos de retirada de las tuberías.

Los operarios de conservación retiraron, sobre las 12.40 horas, tres tuberías que aparentemente se encuentran en desuso y estaban vacías y sujetaron con una cuerda la que no se llegó a romper y que alberga una manguera con cables de la línea telefónica. Los técnicos explican que se rompieron las abrazaderas que sujetan las tuberías, aunque no determinaron la causa. La celeridad con la que se actuó evitó accidentes.

En un principio se especuló con la posibilidad de que los conductos retirados perteneciesen a una traída de agua comunal, teniendo en cuenta la cercanía del depósito que abastece a los vecinos de los barrios de Palmás y A Costa. Sin embargo, desde este colectivo indican que ellos utilizan las tuberías instaladas por la cara norte del puente y no las que se desprendieron. Tampoco se produjo ningún corte en la señal telefónica de los vecinos de esta parte alta de Domaio.

Los conductos retirados se almacenaron en el espacio que separa el Corredor del carril de acceso a la espera de que el servicio provincial de Estradas determine la titularidad de los mismos para exigir su retirada.

Se trata de una de las muchas tuberías que atraviesan esta vía de alta capacidad, algunas de ellas en estado precario y que en su momento generaron críticas de colectivos sociales y vecinales. Este, junto a la deficiente recogida del agua procedente de las lluvias, eran aspectos que se esperaban mejorar con el desdoblamiento del Corredor y su conversión en una autovía, un proyecto que ahora se encuentra paralizado.