Alejandro Mínguez González fue el encargado ayer de impartir la charla "Iniciación á micoloxía. Características macroscópicas dos cogomelos", ante el auditorio que se congregó en el Centro Social do Mar de Bueu. Las Xornadas Micolóxicas de Liboreiro continúan hoy con "O xénero amanita", conferencia a cargo de Xosé Manuel Castro, presidente de la Asociación Micolóxica Pan de Raposo de Cee.

– Parece que en los últimos años se ha incrementado el interés por la micología.

– Es cierto, y esto tiene precedentes. Los países celtas han estado marcados dentro de las zonas con fobia a las setas. No estoy totalmente de acuerdo con esto porque creo que la Iglesia Católica también fue determinante, al minimizar las propiedades medicinales. Pero en los últimos 25 años ha habido un avance importantísimo con charlas, actividades o la creación de asociaciones micológicas. Estamos en un buen momento, y, aunque la temporada silvestre de este año no ha sido buena, estamos en una región rica en cantidad y calidad de setas.

– Su charla ha versado sobre la iniciación a la micología. ¿Cuáles son esas cuestiones básicas que debe conocer cualquiera que se quiera incorporar a este mundo?

– La primera cuestión que hay que saber es que las setas son muy abundantes. Las hay de excelente sabor, nutritivas y medicinales, pero también tóxicas y mortales, así que hay que tener una formación básica y precaución. No existen reglas fijas ni populares para distinguir si son venenosas o no. Cada seta tiene unas características y hay que conocerlas. En segundo lugar hay que tener un respeto por el medio porque todas las setas tienen una función botánica. Así que hay que recogerlas con cuidado y no pisarlas, romperlas o maltratarlas. Y en tercer lugar éste es un mundo tan amplio que no podemos pretender conocer todos los tipos de una vez. Hay que ir muy poco a poco.

– La gastronomía se ha convertido en la mejor puerta de entrada a la micología.

– Cierto, porque son alimentos nutritivos y sabrosos. Pero en general, en Galicia somos muy igualitarios. Existen los mismos platos y la misma forma de prepararlas, a pesar de que cada una de ellas requiere un tiempo de cocción o un acompañamiento distintos. Tenemos mucho que aprender. Es una buena opción para entrar, pero también hay que trabajarla.

– La parte medicinal de este producto es quizás la menos conocida.

– Tenemos un catálogo de unos 500 tipos de seta consideradas medicinales en Galicia. Desde el champiñón al níscalo o la cantarella. Por regla general fortalecen el sistema inmunitario, ayudan por su contenido en fibra y algunas de ellas ayudan a contener los niveles de colesterol o de azúcar en sangre. Además, hay especies que tienen componentes anticancerígenos que deben ser tratados en el laboratorio.

– Lo que está claro es que Galicia, a pesar de tener la materia prima, no ha valorado tanto las setas como países como Japón o Alemania.

– Japón, Alemania, Francia o incluso Cataluña y el País Vasco en España. Allí ves en los supermercados una amplia variedad de setas y en Galicia no la encuentras, a pesar de que las hay en el monte. Vamos por detrás pero tenemos que romper con ese pasado.