"Anduriña" celebra desde hace ocho años el "día de las aves" en Punta Balea, en la zona de Massó en Cangas, aunque en el anillamiento ya trabaja desde 1985, hace 26 años. Antonio Fernández Cordeiro, anillador, es el rostro más visible de este colectivo en Cangas cuya actividad no solo se ciñe a la comarca de O Morrazo, en donde hay tres anilladores, sino a Vigo, con uno de estos profesionales; Pontevedra (2), Sanxenxo (1) y Santiago, otro. Ayer, diez miembros de este colectivo participaron en la organización de este "día de las aves", que coincide con el Día Mundial, y en el que hubo una masiva asistencia de gente, más de 200 personas, sobre todo familias con hijos muchas de las cuales ya son habituales en esta actividad.

La jornada se desarrolló durante toda la mañana y consistió en la observación de pájaros, tanto en la playa como en la laguna de Massó,para lo cual se dispusieron cuatro telescopios. Dos de las personas de la organización, entre ellos el propio Fernández Cordeiro, se encargaron de anillar y medir las aves que de forma paulatina iban cayendo en las 6 redes especiales, de 3,5 metros de altura, que se dispusieron en la zona. Al cuidado de las redes permanecieron 4 personas constantemente pendientes de que cada vez que caía un ave en la bolsa de la red, se retirara para ser marcada. El ave no sufre ningún daño, más que la interrupción del vuelo por unos momentos. Al terminar el anillamiento, el pájaro vuelve a quedar en libertad "en las mismas condiciones en las que llegó a la red, que no causa ningún daño".

Ayer se cogieron una treintena de aves, quizás menos que el año pasado, aunque entre ellas estaban tres -un gorrión, un mirlo y un martín pescador o "picapeixe"- que habían sido anillados en 2010 y que conservaban la identificación. La idea que se tiene del martín pescador, según señala Fernández Cordeiro, es que es una especie que cría en los ríos del interior de Galicia y que llega a la costa en agosto para pasar el invierno, ya que el aumento del caudal en los ríos no le permite pescar. En primavera vuelve a los ríos a criar.

Entre otras aves que se marcaron están ejemplares de verderoles, petirrojos, un zorzal, de carbonero, curruca capirotada, curruca cabecinegra y de ruiseñor bastardo. Todas eran aves de pequeño tamaño, de vuelo bajo, que son las que pueden quedar embolsadas en la red. En la laguna detectaron una especie nueva, el rascón, que vive muy escondina entre la vegetación, pero que pudo ser observada debido al bajo nivel del agua. También se vieron dos zampullines.

Lo que no se apreció en esta edición fue la presencia de aves migratorias hacia África, que otros años sí que se vieron como el mosquitero, el papamoscas o la curruca zarcera. "No sabemos si fue porque criaron mal en Europa o porque al seguir el buen tiempo, hicieron más kilómetros y pasaron de largo". Estas especies, que como en el caso del mosquitero no pasa de los 7 gramos de peso, suelen volar 6.000 kilómetros de distancia en sus movimientos migratorios, desde los países del norte de Europa hasta el Golfo de Guinea, en África. Buscan en invierno un clima más suave donde obtener alimento, fuera de las tierras heladas del norte. El retorno en primavera suelen realizarlo ya por el levante español, asegura el anillador Fernández Cordeiro.

Todos los datos recogidos por Anduriña, que este año también añadió una jornada de anillamiento el sábado en Varalonga, se trasladan al Ministerio de Medio Ambiente y se publican a nivel nacional.