Tras un largo descanso estival, los despertadores volvieron a su actividad rutinaria. Cerca de 4.500 escolares iniciaron ayer el nuevo curso en los diferentes centros de Infantil y Primaria de Cangas, Moaña y Bueu. La ansiada vuelta al colegio volvió a traer en O Morrazo una mezcla de risas, reencuentros y algún que otro lloro, sobre todo entre los benjamines.

Un año más, la normalidad fue la tónica general de esta primera jornada, en la que los más pequeños narraron sus aventuras veraniegas a sus nuevos o antiguos compañeros de "cole". La lluvia no consiguió aguar el primer recreo, en el que los pequeños disfrutaron de diferentes juegos al aire libre. La mayor parte del alumnado de infantil y primaria volvió ayer a las aulas, a excepción del grupo de tres años del CEIP O Hío, que se vieron obligados a quedarse en sus casas por la falta de profesor.

En algunos casos, los pequeños compartieron su inicio de curso con la tarea de varios profesionales que ultiman algunas reformas, como es el caso de los centros buenenses de A Torre, en Cela, y Montemogos, en Beluso. "A volta á rutina foi moi ben, aínda que estaremos en obras pola instalación do novo sistema de calefacción ata outubro", señala Rosa María González, directora del CEIP A Torre. En este centro, están pendientes de varias reformas "que están comprometidas" como, por ejemplo, la mejora de uno de los baños.

Por otra parte, los pequeños de cinco años iniciaron su actividad escolar en una clase provisional del colegio Montemogos. "Están terminando los trabajos en una de las aulas, donde se están haciendo varias adaptaciones, como la inclusión de un baño dentro del aula", explica la directora del centro, Vanessa Fernández. Con el inicio del curso, este centro acoge a los niños de tres a cinco años de las unitarias de Bon y Cabalo, que comienzan el curso con mucha ilusión.

En el caso de CEIP A Rúa, en Cangas, el nuevo curso inicia con total normalidad en cuanto a las reacciones del alumnado. Este centro cangués cuenta este curso con un comedor escolar que, aunque está preparado para su uso, todavía no se ha puesto en marcha. "Actualmente temos todo preparado e xa fixemos a petición para que comece a funcionar, pero seguimos esperando", indica la directora.

El agobio y los ajustes de última hora son los protagonistas de la jornada. En varios colegios, como Castrillón, Abelendo o Reibón han detectado un aumento en el número de alumnos y en algunos también se produjo un descenso en el profesorado. "Tenemos que hacer varios ajustes en los horarios, estamos organizándonos bien porque ha habido algunos cambios", explica el director de Castrillón, Ramiro Portela. En el colegio de Reibón, en Moaña, también están realizando varios ajustes porque "tenemos dos profesores menos y estamos obligados a hacer una ampliación del horario".

En el colegio de Tirán, el aumento del alumnado también es bastante destacado, ya que "hemos recibido alumnos de centros privados e incluso niños que iban a colegios de Vigo". La directora asegura que este año se nota mucho este incremento y los padres están "encantados con los grupos, que en este centro no son tan numerosos".

Cambios

Para varios niños de Moaña, este nuevo curso trae cambios. Varios pequeños se han visto obligados a comenzar una nueva vida escolar alejados de sus antiguos compañeros de curso. Éste es el caso de algunos alumnos del colegio Seara, que se han trasladado ante la supresión de un aula de primaria que impedía el ingreso de algunos alumnos, a pesar de tener hermanos en el centro. Algunos padres han optado por matricular a sus hijos en otros centros para evitar más trastornos.

"Tuve que trasladar a mis dos hijos al colegio de Abelendo, al igual que otros padres, y el primer día de mi hijo estuvo acompañado de lloros porque en el otro colegio tenía amigos y ahora no conoce a nadie y tiene que madrugar más", explica una madre.

Los padres afectados por estos cambios piden que todos los colegios tengan los mismos servicios, ya que en el caso de Abelendo "no tenemos transporte escolar por la tarde, para que los niños vayan a actividades extraescolares y en otros centros sí que lo hay. Exigimos que, como mínimo, haya igualdad de condiciones", comenta una madre.

Innovación

Las mejoras educativas son sinónimos de buen funcionamiento. Por ello, en varios centros de la comarca apuestan por invertir en servicios que faciliten la vida laboral de los padres y beneficien en la educación de los pequeños. En el centro de Tirán se ofrecerá a los padres el Plan Madruga, que podría comenzar a funcionar de forma inmediata, tal y como indica la directora, Rosa Rodríguez. "Los padres casi no se lo creen, están muy contentos con el servicio", especifica.

Varios centros moañeses, como A Guía, se unen al plan Meiga de bibliotecas, que consiste e una agrupación de todas las instalaciones para que los pequeños puedan disfrutar de la lectura de diferentes ejemplares independientemente de su ubicación. Con un único carné, los alumnos podrían coger cualquier libro de las bibliotecas pertenecientes al plan. Por otra parte, el plurilingüismo es cada vez más importante en la educación de los más pequeños. Durante este curso, varios alumnos recibirán materias en otros idiomas, como es el caso de Tirán, o Quintela. "Xa fai anos que contamos con seccións bilingües e seguimos apostando por elas", añade el director de Quintela.

La alimentación también es muy importante en la vida de los benjamines. Por ello, durante este curso el centro de Montemogos se beneficiará del programa de distribución de fruta fresca al alumnado de la Consellería de Medio Rural para que los pequeños degusten fruta fresca asiduamente.