Su tono de voz delata a una político mucho más madura que esa joven que llegó acompañada por José Enrique Sotelo y Vázquez Marinelli a su primera entrevista. Berta Pérez se sentaba ayer en el sillón de la Alcaldía de Cangas con mucha más entereza de lo que se podría imaginar. Su tono de voz ya no es balbuceante y en estos meses aprendió rápido a manejarse por los pasillos municipales.

Durante los próximos cinco días será la nueva alcaldesa, esta vez del Partido Popular y, por lo que parece, no le va a temblar el pulso. Asegura que nervios no tuvo, pero sí preocupación, que había acudido a trabajar hoy con una responsabilidad más grande, pero con una idea clara: sabía lo que no tenía que hacer. Aunque parezca mentira, saber eso es mucho.

Fue un día de pocas visitas, más de papeleo. La firma le preocupaba. Pretendía marcharse a comer con todo resuelto, para no regresar después, ya que por la tarde tiene que atender su clínica de fisioterapia en Moaña. Asegura que cuando se sentó en el sillón de Alcaldía y se vio sola se acordó de cuando abrió la clínica. De repente, al abrir la puerta descubrió que estaba sola. Pero Berta Pérez no es una mujer a la que asusten las responsabilidades, así que muy pronto se le quitaron todos los miedos, además, como apunta, "en el gobierno somos un equipo y nunca te sientes sola".

A primera hora de la mañana fue el alcalde José Enrique Sotelo por el Concello. Ya había advertido que tenía que ir a realizar unas gestiones, pero que serían unos minutos nada más. "Sí estuvo por aquí, pero lo echamos pronto para que disfrutara por fin de unos días de merecido descanso", se apura a señalar Berta Pérez.

Lo que ella ignoraba a las 14,30 horas de la tarde es a que a Sotelo le costó más tiempo irse del que pensaba. Por una cosa o por otra estuvo "atorado" más tiempo del que el quería dentro del Concello y con el teléfono móvil pegado a la oreja. Pero una vez lo colgó ya lo desconectó para toda la jornada.

Berta Pérez no es muy consciente de los pasos que está dando en política, de que puede suscitar muchas envidias dentro del partido. La número dos del PP de Cangas quiere se ajena a esto del relevo y afirma que sí que tiene que agradecer mucho a José Enrique Sotelo la confianza que tiene en ella.