La Consellería de Medio Ambiente ha dado el visto bueno al proyecto de construcción de un hotel en terrenos de la antigua conservera de Ameixide, en O Hío, promovido por la empresa Vaqueiro Gestión S.L. El departamento autonómico ya ha comunicado verbalmente su informe favorable a los promotores y al Concello, que confían en que hoy entre el documento en el registro municipal. Era el único trámite para llevar la solicitud de licencia de obras a la junta de gobierno local, que se celebra el lunes y abrirá el plazo para formalizar el plan de ejecución en los próximos meses. El inicio de los trabajos dependerá de los promotores, que podrían ejecutarlo simultáneamente con la conversión de la conservera en un centro de talasoterapia, para el que ya tienen licencia. Los técnicos estiman que en un plazo de dos años podría abrir sus puertas, si hay voluntad y no surgen trabas.

Los propietarios y su equipo técnico y jurídico se reunieron ayer en el Concello con el alcalde, José Enrique Sotelo, el concejal de Urbanismo, Rafael Soliño, y los responsables de los departamentos municipales implicados. Fue una "toma de contacto" con los nuevos gestores que sirvió para confirmar la sintonía sobre la propuesta. "El gobierno está encantado con que el pueblo de Cangas vaya a contar en poco tiempo con el primer hotel de cuatro estrellas del municipio", manifestó el edil de Urbanismo, que el "paso adelante en infraestructura hotelera", hasta ahora "deficitaria", y que debe avanzar "para ponerse al nivel que se merece. Nos faltaba una propuesta de caché, y ésta lo es", opina Soliño. El presupuesto que figura en el proyecto básico ronda los tres millones de euros, aunque hay coincidencia en que esa cifra se triplicará cuando se concreten las actuaciones.

La infraestructura hotelera constará de ocho módulos aislados, con bajo, planta y ático, interconectados entre sí en una parcela de 31.000 metros cuadrados. Será la primera de cuatro estrellas del municipio y el segundo de la comarca con esta categoría, tras el hotel talaso de Moaña. Tendrá 35 habitaciones y servicio de restaurante y piscina, entre otros. El área de talasoterapia ocupará cerca de 6.000 metros, tendrá solario, masajes con algas y tratamientos con agua de mar. Vaqueiro Gestión también promueve la construcción de un puerto deportivo pilotado (sistema similar al que contempla Portos para reordenar la dársena de Aldán) de 200 plazas en el entorno, ligado al complejo hotelero, y tiene apoyo de la cofradía de pescadores. Eso sí, condicionada a la cesión de amarres, al empleo de asociados y la protección de recursos marisqueros y ambientales. Su encaje legal está en el aire y debería salvar varios trámites, comenzando por el visto bueno de la Dirección General de Costas.

Una propuesta renovada

La puesta en valor del complejo de Ameixide con usos orientados al turismo de balneario es una idea que viene de atrás. Sotelo ya la valoró con sus promotores en su segundo periodo al frente de la corporación, entre los años 2003 y 2007. El primer proyecto, que firmó el arquitecto Díaz Grande, no cuajó, y tomó el relevo el cangués Javier Rial, que adaptó la forma y altura de las construcciones (un máximo de siete metros) a las restricciones urbanísticas y a la pronunciada pendiente de terreno para hacerlo viable.