Más por obligación que por expectativas de éxito, el responsable local del BNG de Cangas, Antón Iglesias, pretende iniciar hoy una ronda de contactos con los grupos políticos que obtuvieron representación municipal, excepto con el PP, para pedirle el respaldo a su candidata a la alcaldía, Clara Millán. Es la opción más viable para que siga gobernando la izquierda y cerrar la puerta el Partido Popular, sostiene, y pretende agotar las posibilidades para lograrlo.

"A realidade é que o PP non ten maioría absoluta, e as alternativas están abertas. Nós mantemos á nosa candidata", afirma Iglesias, y añade que "falaremos con todo o mundo para intentar acadar os 11 votos necesarios. É posible calquera opción razonable, menos co PP". Descartados los populares, esos votos que le faltan son los que aportarían PSOE, ACE y UPAC. Con los socialistas, con los que el BNG ha gobernado en coalición los últimos cuatro años, tienen previsto reunirse hoy. para valorar opciones. A priori, el acuerdo sería posible, aunque no se rubricaría si no es para conservar el poder a través de un multipartito.

Las otras dos piezas de ese puzzle tienen menos posibilidades de ajustarse. ACE se ha enfrentado con el BNG y el PSOE hasta el punto de abandonar el tripartito que compartían con el argumento de que sus socios practicaban una política de derechas y no contaban con ellos, por lo que parece realmente complicado un acercamiento, más aún si los líderes son los mismos. Algunas fuentes apuntan como única posibilidad de pacto la renuncia de los tres cabezas de lista (Clara Millán, Héctor Otero y Mariano Abalo), aunque ya hay voces que advierten que "nin con esas", y alguna de las formaciones no piensa ni consultarlo con las bases.

Con todo, un acuerdo a tres bandas tampoco sería suficiente, ya que suman diez de los 11 votos necesarios para asegurarse la alcaldía. El de UPAC es decisivo, y su cabeza de lista, Nardo Faro Lagoa, ya da muestras de la responsabilidad que le han otorgado las matemáticas electorales para desnivelar la balanza. Él se deja querer, pero militantes de las formaciones de izquierda consideran "imposible, ademais de ilóxico" ese pacto. Faro Lagoa no tiene prisa, y sabe que son otros los que lo necesitan. Ayer volvió a dejarse ver por las dependencias municipales, mantuvo un efusivo encuentro a las puertas del consistorio con la alcaldesa en funciones, Clara Millán, e hizo saber a quien quiso escucharlo que prefiere que ella continúe a que lo haga José Enrique Sotelo, a pesar de sus coincidencias ideológicas con los populares.

Dimisión de Sotelo

"El PP y UPAC somos de centro-derecha, pero mi primera condición para negociar es que dimita su cabeza de lista", insistió, en alusión a Sotelo, al que "perdona, pero no olvida" que lo dejara fuera de la lista hace ocho años, y sobre el que no deja de agotar el refranero popular: "Ya le advertí muchas veces que las mareas suben y bajan..." Ahora, con el acta de concejal, está dispuesto a cobrar aquella "deuda".

Donde no habría problemas es en la organización y control de la Policía Local, según da a entender el edil de UPAC, que descarta ocuparse de esa concejalía y dejar "enfriar" el largo capítulo de desencuentros y el conflicto que los llevó ante los tribunales. Nardo Faro Lagoa quiere tener mayor protagonismo en el futuro gobierno y "blindar" su área municipal, preferiblemente Obras e Servizos. Serían otros requisitos en una negociación que se prevé dura y de desgaste.