No es el alcalde de Bueu y serán los vecinos de la localidad quienes decidirán si ocupará ese puesto a partir del próximo 22 de mayo. Pero en un pueblo como Bueu, con uno de los puertos más importantes dentro de la pesca de bajura y con una gran dependencia de este sector, la responsabilidad y la relevancia de un patrón mayor tampoco le andan a la zaga. "Es un cargo tan distinto como al mismo tiempo parejo. Ser patrón mayor significa ser representante de un colectivo determinado, pero ser alcalde implica representar a todo el pueblo y a todos los sectores e interesarse por sus problemas e inquietudes. El hecho de ser patrón mayor me dio la oportunidad de conocer a mucha gente, tratar con distintas administraciones y gestionar problemas. Por eso, en ese sentido tengo un camino andado", argumenta Rosas.

La vida del nuevo líder del PP de Bueu es imposible de comprender sin su relación con el mar. Embarcó por primera vez el 2 de diciembre del año 1972: "Fue a bordo de un barco que se llamaba ´O Calvo´ y a su patrón le sigo llamando ´Abuelo´ por el cariño tan especial que le tengo". Tardó muy poco tiempo en enrolarse en barcos de altura y faenar "en los mares más crueles: el Gran Sol y Terranova-Groenlandia". Tenía 15 años y esa decisión la tomó incluso en contra de los deseos de sus padres. "Mi padre siempre me dijo que no es lo mismo trabajar con zapatos que con botas... y en esos mares las botas llegan hasta la ingle. Me dieron la oportunidad de ser otra cosa en la vida y si desobedecí fue porque yo creía que había llegado el momento de que él, que también era marinero, se quedase en casa", recuerda con una emoción que le acompaña siempre que habla de su progenitor, conocido como Quiño de Magiñas. Estuvo en los caladeros de altura durante casi una década, hasta que finalmente decidió quedarse en Bueu y dedicarse a la pesca de bajura. "No me arrepiento de nada, éste es un oficio al que quiero y un sector en el que confío. Creo que se puede ser marinero y alcalde de un pueblo", afirma de manera tajante.

Para una gran parte de la ciudadanía de Bueu José Manuel Rosas se convirtió en una persona conocida a mediados de la década de 1990, cuando fue elegido por primera vez patrón mayor de la cofradía. "En ocasiones hay una serie de circunstancias que te marcan. En aquel momento había una problemática debido al traspaso de competencias y nuevos decretos y los propietarios de barcos pequeños parecía que estábamos excluidos del debate. Me fui metiendo en este mundillo y entré en el cabildo como representante del sector de nasas y enmalle. Cuando llegaron las elecciones hubo gente que me consideró adecuado para ser patrón mayor", cuenta.

El candidato del PP sostiene que ahora se dan unas circunstancias similares a las de aquel momento y por ello se animó a dar el "sí, quiero", aunque reconoce que "me costó bastante". "Vivimos tiempos difíciles en el sector del mar, en el empresarial, o en el turístico y echando la vista atrás pensé que se daban las mismas circunstancias que cuando me presenté a patrón mayor", explica. "Finalmente me pregunté a mí mismo ´por qué no´ y creo que éste es el momento para que Bueu pueda ser un pueblo tan moderno como cualquier otro y en el que poder disfrutar de oportunidades de todo tipo".

No es tampoco ningún secreto que cuando el PP llamó a su puerta otros partidos ya lo habían hecho antes. "Me decidí a dar el paso porque está demostrado que este partido gobierna para todos, priorizando necesidades y sin gastar más de lo que ingresa. Es un partido por y para los vecinos, que cuando hay un problema intenta arreglarlo en la medida de lo posible y no como otros, que lo que hacen es hacerlo más grande". Ésta es una alusión velada a uno de los temas candentes en la actualidad: la reclamación de los vecinos de Ons para que se le reconozca la propiedad de sus casas, rechazada hace unos días en el Parlamento de Galicia con los votos del grupo parlamentario popular. Rosas no es directamente de la isla, pero sus antepasados sí y él lleva con orgullo el sobrenombre de su bisabuela, "Casildo", y de la que habla con gran pasión y cariño.

En este asunto y con relación a la reciente propuesta del BNG y del PSOE asegura que "no me siento como si estuviese navegando entre dos aguas". "Es muy fácil confundir y prometer cuando el que tiene que hacer las cosas es otro. Afrontar los problemas con rigor y valentía es algo más complicado y eso nunca lo hizo el bipartito", subraya. En su "sí" al PP también pesó el apreció y casi veneración hacia dos personas ya fallecidas: el antiguo presidente local del partido, Alberto Carro Cayuela, y el que fuera conselleiro de Política Territorial, Xosé Cuíña.

José Manuel Rosas se define a sí mismo como una persona "normal y corriente, comprometida, clara, directa y luchadora", algo que considera que queda patente en su trayectoria hasta la fecha. Uno de los momentos en los que alcanzó mayor relevancia fue durante la crisis del Prestige, cuando fue de los más críticos con la gestión del PP. Hoy en día aún se recuerdan aquellas famosas declaraciones sobre sus manos. "Se me atribuyen muchas cosas de esa época: algunas son ciertas y otras son mentira, como esas afirmaciones. Yo hice unas declaraciones, pero no fueron las que publicó ese periódico catalán. De todos modos me parece que recordar eso ahora es de mala fe porque los que sacan este tema en estos momentos estuvieron callados durante todos estos años y yo sigo siendo la misma persona", sentencia.

A pesar de las diferencias entre la política y el mar resulta sencillo establecer puentes entre ambos campos y su conversación está llena de ejemplos marineros a la hora de hablar de objetivos políticos. "A veces uno piensa tener una buena marea, pero al final las capturas no son las que pensaba. Creo que debemos tener los pies en el suelo y hay que tener en cuenta que en la travesía hacia la Alcaldía tenemos buenos adversarios. Pero estoy convencido de que el pueblo de Bueu, que siempre votó mayoritariamente al PP, nos dará la oportunidad de darle el impulso que necesita", dice el patrón mayor y candidato, que asegura que cuenta con "una tripulación trabajadora, capaz y dispuesta a asumir el reto del gobierno".

La familia es el otro gran pilar de su vida. Casado desde muy joven con Marisa, es padre de dos hijos y una hija y a sus 53 años de edad ya tiene tres nietos: Hugo, Noa e Iria. "La familia siempre me ha dado libertad, aunque uno de mis hijos me dijo que estoy en edad de vivir tranquilo y relajado. Pero si estoy estático me siento inútil, necesito moverme constantemente", argumenta. No obstante, asegura que es plenamente consciente de la responsabilidad que asume: "En la vida personal puedes permitirte que barco se hunda, pero en la política no porque en ese caso todo el pueblo se va contigo al fondo".