"La fosfina se utiliza para matar insectos y roedores. La degradación de la fosfina es muy rápida y se puede representar por la reacción: 4 PH3 (g) – P4 (g) + 6 H2 (g) que obedece a una ley de primer orden v= 1,98.10-2 [PH3]. ¿Cuál es el tiempo necesario para que se descomponga el 50% de la fosfina?". Es la pregunta número 31 del examen, "e nesa fallei", insiste Javier, con una humildad que le da valor añadido a su gesta, la de quedar en tercer lugar entre más de 150 alumnos seleccionados entre las universidades españolas y que compitieron en la Olimpiada Química celebrada el fin de semana en Valencia.

Los concursantes tenían tres horas para contestar a medio centenar de preguntas de este tipo, que tenían cuatro respuestas posibles, y los errores penalizaban. A Javier, un "expediente 10 que seguramente logrará o Premio Extraordinario de Bacharelato", según confirman sus compañeros y ratifica el profesor Xesús Fontaíña, no le tembló el pulso, ni el cerebro, y se clasificó entre los cuatro primeros, lo que le da derecho a medirse en competiciones internacionales. Le acompañarán un alumno de Madrid, uno de Barcelona y otro gallego, en una experiencia "moi interesante" que le servirá para medir sus capacidades, pero también conocer otras culturas.

¿Qué preparación necesita para llegar tan alto? "As preguntas son do temario de primeiro e segundo de bacharelato, pero non é un exame convencional. Parte do que se pide apréndese na clase, pero tamén conta a forma de pensar, de razonar...", explica. Y en ese cometido destaca la colaboración del propio Almuíña, y también agradece la ayuda de Darío Lata, profesor de Química del centro, y de Bea Malvido y Xosé Menduíña, "que me animan e sempre están aí". "Son eu o que fago os exames, e a medalla está moi ben, pero isto é un traballo de equipo e todos aportamos algo", añade, dando una nueva muestra de que los éxitos propios no se le suben a la cabeza.

Incluso pasa de refilón por otras distinciones logradas en los últimos meses. Fue uno de los tres ganadores de la Olimpiada Galega de Bioloxía celebrada en enero en Santiago, mención de honor en la Olimpiada Matemática, en las mismas fechas, y participó también –"pero sen premio", matiza– en la Olimpiada Galega de Física. Y para los que tengan claro aquello de que su punto fuerte son "las ciencias", añadir un dato: También quedó campeón en el Concurso Galego de Ortografía y séptimo clasificado en la fase estatal, celebrada el pasado octubre, por citar algunos logros.

¿Para acaparar tantos conocimientos no le quedará tiempo más que para estudiar? "Cando se está no bacharelato, en época de exames é lóxico estudiar. Pero fóra diso son un tipo normal: gústame o tenis, pescar, ir á praia no verán... o típico de calquera chaval da miña edade", razona con naturalidad.

Futuro profesional

A mediados de julio le espera la Olimpiada Mundial de Química, en Turquía, y en septiembre, la Iberoamericana, en Brasil. Previamente quedarán "concentrados" en Madrid los cuatro representantes españoles, para preparar durante diez días la competición con los promotores de esta iniciativa. Previamente pasará por la selectividad, que es su "prioridade, e non ten sentido distraerse con outras cousas". Si no tiene problema con la nota –como es de prever por su extraordinario expediente–, la medicina o/y la química serán sus ocupaciones profesionales.