El Concello de Cangas intenta mañana, por tercera vez, el derribo de un muro en Pinténs, a donde acudirá con la brigada de obras y con la debida orden judicial. Esta demolición es el ensayo general de lo que puede venir en los próximos meses.

El Concello de Cangas tiene pendientes otras tres demoliciones de importancia, que van a poner de manifiesto el músculo del gobierno local y también el de la propia Justicia.

En quince días Frigoríficos do Morrazo debe derribar las naves prefabricadas de dos plantas levantadas sin licencia municipal. La empresa recibió la semana pasada la orden de derribo y la advertencia de que se exponía a multas coercitivas de entre 1.000 y 10.000 euros. En el supuesto de que la propiedad se negara, el Concello llevaría a cabo la demolición subsidiariamente. Aquí, de momento, no salió a relucir la argucia de que se está preparando el proyecto de derribo, utilizada en otros casos para ganar tiempo, como es en el del edificio Noria 2 o en el de la planta de hormigonado de A Portela, propiedad de Luis Barros.

El Concello de Cangas no hace otra cosa que mirarse en el espejo de otros muchos ayuntamientos de Galicia y de España. La estrategia es dilatar la drástica solución sea como sea. Los políticos no son nada dados a acudir con la piqueta a las grandes infracciones urbanísticas, por mucha sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia o del Tribunal Supremo que haya. Vigo es un buen ejemplo de cómo retrasar estas cuestiones con el fin de que el tiempo abra una posibilidad a la legalización. Y es que, por ejemplo, en el caso de Noria 2, el derribo afecta a 60 familias.

No es lo mismo acudir al rural con la brigada de obras a derribar un muro que invade un camino público que cargarse gran parte de un edificio de cuatro alturas. El ruido mediático es siempre más grande cuando la pala se emplea en las grandes construcciones y hay más afectados. El TSXG dio de plazo al Concello de Cangas hasta el día 1 de julio para tirar el edificio Noria 2, tras fallar el Tribunal Supremo. También el TSXG dio tres meses de plazo para derribar la nave de hormigón de A Portela. El día 5 de enero de 2010 ya había dado un plazo semejante. Pero todo sigue igual.

Excepto el caso de las naves prefabricadas de Frigoríficos, que seguramente tendrá que resolver el gobierno actual, aunque sea en funciones, los del edificio Noria 2 y el de la nave de A Portela los tendrá que afrontar el gobierno que salga de las urnas el próximo día 22 de mayo. Será una oportunidad para examinar las intenciones urbanísticas con las que llegan los nuevos miembros del gobierno local de Cangas.

Pero la piqueta en Cangas se podría haber sacado mucho más si la Xunta resolviera los 403 expedientes de infracciones en la costa canguesa que hay desde el año 1995. Los infractores se atrincheran en el farragoso campo de la burocracia judicial y la Xunta de Galicia también opta por guarecerse en esta trinchera, al menos que el ruido mediático sea grande o cuando se quiere predicar con el ejemplo, como fue el caso de los derribos en las casas en la Isla de Ons.