Promover el uso peatonal de las calles, aliviar el tráfico rodado y facilitar la afluencia de clientes al comercio de Cangas son los objetivos de una campaña puesta en marcha por el Concello, Fecimo y la asociación de vendedores de la plaza de abastos, que ofrecen aparcamiento gratuito por las mañanas en el parking de la Avenida de Marín a las personas que realicen sus compras en más de 200 establecimientos asociados del casco urbano. Los clientes podrán canjear los tickets del parking por un boleto que les exime del pago, en horario de nueve de la mañana a dos de la tarde, de lunes a viernes. Se trata de una campaña "piloto" y con una duración limitada, hasta el 15 de diciembre, y los promotores prevén repetirla en primavera o en otras épocas "de temporada baixa" si la experiencia es satisfactoria.

"A idea nace da necesidade de favorecer o comercio urbano e a cultura pedestre, deixando o vehículo aparcado e facilitando o tránsito peatonal", señaló ayer la concejala de Tráfico e Seguridade, la socialista Maise Vilas, que se refirió a los permanentes problemas de saturación de las calles y de vehículos aparcados sobre las aceras o en espacios prohibidos. Anunció que mientras dure la campaña los policías serán intransigentes con los infractores y actuarán de forma contundente.

El presidente de la Federación de Comerciantes e Industriais do Morrazo (Fecimo), Xosé Bangueses, señaló que se trata de una experiencia pionera que permitirá aliviar el "auténtico caos" de tráfico que padece el casco urbano de Cangas, sobre todo por las mañanas. Esta situación disuade a los potenciales clientes de las parroquias y de otras localidades próximas, lo que repercute negativamente en el comercio y provoca la pérdida de clientes en la plaza de abastos, entre otras consecuencias. La campaña se ciñe a Cangas, ya que Moaña y Bueu carecen de aparcamientos de pago, públicos o privados, para llevarla a cabo.

Por su parte, Rebeca Rodríguez, presidenta de los comerciantes de la plaza de abastos, reconoce que el parking de la Avenida de Marín –con 284 plazas de capacidad, de las que al menos la mitad suelen estar vacías, según sus responsables– "queda algo lejos" para los clientes del mercado municipal, aunque al menos es una alternativa provisional. Apuesta por dotar de otro parking al centro urbano, aunque haya que pagar "uno o dos euros" por aparcar.