Los hermanos gemelos Marcos y Miguel Francisco Iglesias, afincados como peluqueros en Cangas, convirtieron ayer el Auditorio municipal de la localidad en una pasarela de maquillaje, ropa y peinados pero con un guión, a través de una obra que ellos escribieron como un cuento de hadas. La comarca de O Morrazo vive un gran momento de explosión creativa, que se ve no sólo en el espectáculo-desfile de ayer en el Auditorio, sino en plena calle. En la Alameda nueva una intervención de paraguas colgados de un árbol puso la nota de color y situó también a esta villa en elpanorama artístico, cuyo protagonismo indiscutible lo ha tenido Moaña esta semana pasada con su famosa silla gigante.

Los paraguas aparecieron colgados de un árbol frente a la Capela do Hospital en donde permaneció abierta una exposición de pintura con los trabajos de los niños que participaron en los talleres de la librería infantil y juvenil "El Pozo de los Tres Deseos". Precisamente ayer, el programa de esta exposición incluía un taller de arte para niños y padres en el atrio de la capilla, y no se descarta que tuviera alguna vinculación.

En la exposición se mostraron obras de arte de más de 100 pequeños artistas, de entre 3 y 12 años, que pasaron por los talleres de la librería durante estos dos últimos años. Entre los niños, hay muchos de Cangas, pero también de fuera, de niños que aprovecharon sus vacaciones para acudir a los talleres de verano de este local. El concejal de Xuventude, Óscar Graña, recuerda que esta librería es una Inicaitiva Local de Empleo con la que el Concello siempre ha colaborado. La exposición se trasladará ahora hasta la Casa da Xuventude hasta mediados de octubre.

Hay una explosión de creatividad. Moaña vive un protagonismo al que Cangas tampoco es ajena. Un desfile de cuento de hadas de dos peluqueros locales abarrotó el Auditorio mientras una instalación de paraguas en un árbol sorprendía en la Alameda nueva.