El Concello de Cangas está negociando con la empresa que tenía contratado el mantenimiento de la zona azul la recuperación de esta medida. “El servicio dejó de funcionar porque la corporación anterior del PP dejó una deuda con la compañía que se encargó de instalarla”, explica la concelleira de Tráfico María José Vilas. Desde la Administración local no sólo barajan la posibilidad de volver a ponerla en activo, sino de ampliarla.

El veranos es una de las épocas más complicadas a la hora de buscar aparcamiento y el aumento del turismo en la segunda quincena de julio ha conseguido que estacionar en el centro sea cada vez más difícil. “Las sanciones aumentan mucho cuando llega el buen tiempo y los turistas. Hay más coches, la gente tiene prisa y no aparca bien”, analiza Vilas. Este verano se han contratado a diez auxiliares a mayores, que servirán de refuerzo a los agentes que están en activo todo el año.

El comercio local, afectado

Los pequeños comerciantes locales son los primeros afectados por la situación. “Ayer mismo me comentó una clienta que llevaba dos días intentando venir a comprar a nuestra tienda, pero no había ni un solo hueco para dejar el coche y se tuvo que volver a Bueu con las manos vacías”, relata la propietaria de un negocio de ropa en el centro de Cangas. Con la llegada del calor estas situaciones se repiten una y otra vez llegando a ser un problema incluso por las noches: “El sábado pasado era imposible aparcar”, explica un vecino de Aldán que bajó hasta el centro sobre la una de la mañana y se tuvo que volver a casa. “Había tanto ambiente que parecían las fiestas del Cristo”, sentencia. Es habitual que en la plaza de abastos las pescaderas comenten lo mucho que han dejado de vender desde que se reformó la Alameda Vella. “Antes al lado de la plaza cogían muchísimos coches. Ahora la gente prefiere acudir a grandes superficies donde tienen el aparcamiento seguro”, comenta una clienta de siempre del mercado.

El único parking subterráneo del municipio, cerca de la Avenida de Marín, cuenta con 287 plazas y ha visto como en las últimas semanas el flujo de clientes iba en aumento. “Es normal que en verano la gente deje aquí el coche”, expone uno de los encargados. Muchos de sus usuarios habituales quieren ahorrarse las complicaciones de recorrer la zona en busca de un sitio: “Siempre que vengo al Centro de Saúde dejo el coche en el parking”, cuenta una canguesa que es habitual del área de estacionamiento.

Muchos de los vecinos del municipio han optado por dejar sus vehículos en “lugares estratégicos” que poca gente conoce y ahorrarse el tedio de estar hasta una hora dando vueltas al centro.