No lleva siquiera un año inaugurada y la plaza Massó de Bueu se quedará muy probablemente sin uno de sus emblemas. La conclusión de los técnicos es clara y contundente: el magnolio "centenario" está muerto y debe ser eliminado porque supone un peligro para la seguridad de los viandantes y de los vecinos que acuden habitualmente a disfrutar de este céntrico espacio. No es el único árbol que puede sufrir este triste destino ya que en el aguacate también se han detectado signos preocupantes. Pero por ahora el diagnóstico no es tan grave y se recomienda hacer un seguimiento a su evolución.

Los primeros síntomas preocupantes fueron advertidos hace algo más de dos meses por la brigada de jardinería del Concello de Bueu y desde el consistorio se optó por solicitar un informe a la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, que depende de la Diputación de Pontevedra. Los técnicos realizaron una inspección visual del árbol y tomaron muestras para su estudio en el laboratorio. Sus análisis concluyen que el magnolio se encuentra "completamente defoliado y sin indicios de circulación de savia", es decir, sin hojas y muerto. Las causas que se apuntan están relacionadas con las obras de urbanización de la plaza pública: "sin duda provocaron la rotura de las raíces principales y secundarias y por tanto una restricción al anclaje del pie".

Pero los problemas del árbol no se limitan sólo a esto. Desde la Estación Fitopatolóxica Areeiro añaden que su situación desde el punto de vista estructural "no es la adecuada" porque su fuste está inclinado y la copa "muestra un fuerte desequilibrio", algo que creen que irá en aumento en el futuro.

Por eso los técnicos tienen muy claro que la receta para el enfermo pasa directamente por su "eliminación". Esta recomendación se formula "pensando en asegurar la seguridad de los viandantes ante la posibilidad de que se produzcan roturas de ramas o la caída del propio árbol", reza el informe de la estación de Areeiro.

Cuidados para el aguacate

El estado que presenta el aguacate no es tan delicado, pero sí que requiere cuidados y atención. Tras su inspección se detectó que también presenta una "ligera defoliación" en determiandas partes y que algunas hojas presentan "márgenes necrosados". Esto último puede ser debido "a los vientos salinos propios de las zonsa costeras", aunque también se maneja como hipótesis las propias obras de la plaza porque "una pavimentación tan próxima al cuello del árbol puede generar problemas de oxigenación radicular a medio o largo plazo". La buena noticia es que en el análisis fitopatológico realizado en los alrededores no se encontró la presencia de gérmenes patógenos que podrían conducir a la muerte del árbol.

En este sentido, la recomendación que se realiza desde la estación fitopatológica es la de "vigilar la evolución del pie y aplicar un abonado foliar para proporcionarle mayor vigor y resistencia" y abrir más el alcorque para que tenga más espacio de oxigenación.