La astronomía congregó a más de un centenar de personas en una sala del Museo Massó que se quedó pequeña para albergar la charla de Enrique Alonso. El representante de la Asociación Astrovigo creó una especie de planetario virtual para que el auditorio, formado por una gran mayoría de público infantil, pudiese recibir sus explicaciones acerca de las constelaciones y estrellas más relevantes. Aprender a localizar la estrella polar con algunos trucos o conocer que las formas con las que se identifican las constelaciones son un tanto "sui generis" fueron algunas de sus enseñanzas. Pero también tomar nota de cuáles son las estrellas que se ven mejor en determinada época del año.

Tras la teoría fue el turno de la parte práctica. Y para eso se habían instalado en la Plaza Massó tres telescopios. Aprovechando la excelente noche, con el cielo absolutamente despejado, y previo apagado de las luces del lugar, los asistentes pudieron disfrutar de la visión de Saturno, que ayer se percibía de forma especialmente clara, y de una nebulosa muy próxima a las tres estrellas de la constelación de Orion. Los más pequeños fueron los que disfrutaron al máximo de una noche en la que pudieron acercarse un poco más a las estrellas.

Previamente, el Museo había organizado una visita a su Sala Noble para mostrar a todos los presentes sus colecciones relacionadas con la astronomía y navegación. De las teorías del geocentrismo y heliocentrismo a lo más práctico de la visión de instrumentos como el astrolabio o la brújula y la importancia de saber orientarse en el mar según la posición del sol y de la estrella polar. El broche de oro fue poder ver las últimas adquisiciones del centro, un globo terráqueo de bolsillo y el cuadrante de Günther.