Parques Nacionales y los vecinos de la isla de Ons mantuvieron ayer la primera reunión para analizar un borrador de decreto que desarrolle la Lei 5/2001 y que establece el sistema de concesiones. Fue una "toma de contacto" y que las partes valoraron de manera positiva, aunque los vecinos dejaron muy claro que no están dispuestos a renunciar a la propiedad de las que consideran sus viviendas.

El presidente del Patronato Illas Atlánticas y el director del parque nacional, Fernando Garrido Valenzuela y José Antonio Fernández, expusieron de nuevo en el encuentro celebrado ayer la "necesidad" de desarrollar ese decreto para dar "seguridad jurídica" a los isleños. La discusión giró en torno a tres aspectos de las concesiones: el tiempo de duración, el canon a pagar y la definición de concesionarios. Sobre este último concepto, desde la Administración se mostraron dispuestos a incluir una interpretación lo más amplia posible, mientras que en lo que respecta a la tasa lom más probable es que se mantenga la que se incluye en el texto de la ley aprobada en 2001 (un 2% del valor real del inmueble).

En lo que respecta a la duración de las concesiones, aún hay flecos legales que deben ser resueltos. El texto del Parlamento de Galicia establece un máximo de 99 años, que serían prorrogables. Sin embargo, eso podría entrar en contradicción con una norma de ámbito estatal aprobada posteriormente y que fija un periodo inferior.

No obstante, esto no significa que las dos asociaciones vecinales ayer representadas acepten de buena gana el sistema de concesiones. "Pero si nos imponen una ley tendrá que tener las mejores consideraciones para los vecinos", apunta la presidenta de Illa de Ons, María Jesús Otero. Tanto ella como su compañero del colectivo San Xaquín, Carlos Piñeiro, subrayaron que aunque se pueda aceptar esta ley como un "mal menor" para mejorar las condiciones de la isla, no cejarán en su empeño de que se les reconozcan sus derechos sobre las casas que "construyeron nuestros antepasados". "No vamos a dejar de pelar por esa propiedad ni de coña", sentencia de manera contundente Carlos Piñeiro.