La comitiva carnavalesca salió ayer de Vilariño para terminar en O Iglesario ya al mediodía. En esta primera etapa ya hubo sesión de avituallamiento. Fue en el atrio de la iglesia de O Hío, donde ya algunos grupos dieron cuenta de sus las viandas que traían. Las paradas de autobús se convirtieron también en improvisado merendero, mientras sonaba la gaita al pie del famoso Cruceiro de O Hío. Una vez más lo religioso se confundía con lo pagano en este esfuerzo que tiene el Entroido de confundirlo todo. Los "peregrinos" del Entroido aumentaban a medida que el día avanzaba. En el Iglesario había cientos de máscaras bailando al son de la gaita y el tambor. Sin demasiadas deserciones, la comitiva se trasladó después a Pinténs y a Vilanova, donde se produjeron algunas deserciones, pero también algún que otro alistamiento a esta fuerza de choque del Entroido de O Hío. Había disfraces para todo los gustos, pero destacaban los de los grupos de animales, que parece que este año marcaron la pauta, tal vez por el frío. En esos disfraces se atrincheran bien del frío. Llamó la atención el grupo vestido de gusano. El buen tiempo permitió que la marchar fuese contemplada por la vecindad, que participaba con entusiasmo en la fiesta de Don Carnal. La ruta prevista para hoy es la de Liméns, Nerga y Donón.