Casi 15 toneladas de peso, cuatro metros de altura y otros tantos de ancho y cerca de tres horas y media para su colocación. Son algunas de las cifras que resumen la escultura O Fisgón, que fue ubicada ayer en el espigón próximo al palco de música y que está llamada a ser uno de los principales referentes del reformado frente marítimo de Moaña.

La estatua llegó pasadas las diez de la mañana al municipio y obligó a disponer un operativo de varias horas para situarla en su emplazamiento definitivo. Un camión albergaba las dos piezas en las que estaba dividido el cuerpo central de la figura, además del tridente de bronce. Con la ayuda de una grúa los operarios montaron las dos piezas y las fijaron al suelo. Posteriormente, colocaron el enorme tridente de bronce en la mano izquierda de la estatua, una tarea que tuvo que repetirse para que quedase perfectamente ajustada. Los trabajos estuvieron en todo momento supervisados por el autor de la obra, el escultor moañés Manuel Varela, mientras eran seguidos atentamente por los concejales de Obras e Servizos, Víctor Pastoriza, y de Facenda, Arturo González.

El resultado es una estatua que representa a un marinero dedicado a un arte de pesca conocido como fisga (el tridente) y que era típico de Moaña. Pero lo cierto es que también remite a una figura mitológica como la de Neptuno. Sea como fuere, Pastoriza destacó que la escultura se convertirá "en un icono" del municipio, ya que, entre otras cuestiones, "permite mirar moitas Moañas: a Moaña do monte, a da renovada Xunqueira, a urbana ou a comercial" y se mostró convencido de que este fin de semana será lugar de peregrinaje para los vecinos a poco que la meteorología acompañe. Pero también vaticina que "será o lugar máis fotografiado de Moaña nos próximos 25 anos", a la vez que destaca la importancia de "que os artistas moañeses deixen pegada no concello no que naceron". La reforma de la zona se completará a partir del mes de enero de 2010.