Pucho, Grobas y Manuel. Ésos son los nombres de los vencedores del Torneo de Nadal de Brisca del Var con Uve, que celebró ayer su 35ª edición con una participación que aunó cantidad y calidad a partes iguales. Las cestas de navidad valoradas en 200 euros para cada uno de los participantes se quedaron en Abelendo. Y es que los dos finalistas, y hasta tres de los semifinalistas, eran equipos locales. Solamente un conjunto de Sabaceda consiguió colarse en la fase final de este torneo que reunió a un total de 16 equipos de Cangas, Moaña y Vigo.

La igualdad fue el denominador común de una competición disputada por eliminatorias directas al mejor de siete partidas. Y es que en la mayoría de enfrentamientos hubo que recurrir al desempate al llegar los equipos igualados a seis puntos. Esta característica se reflejó incluso en la gran final, en la que el equipo de Pucho, Grobas y Manuel se impuso por 7-6 al de Pablo, Pacucho y Luis. En el encuentro por el tercer y el cuarto puesto consiguió subirse al podio el equipo de Sabaceda integrado por Chiqui, Ramiro y José, mientras que el de Abelendo formado por Checo, Martín y Faz se tenía que conformar con la cuarta posición. Lo reñido de los enfrentamientos hizo que el torneo se extendiese desde las cuatro hasta pasadas las ocho de la tarde.

Los cuatro primeros recibirán su premio en cestas de navidad. Los segundos clasificados tendrán cestas valoradas en 100 euros cada una de ellas. Los terceros cestas por valor de 85 euros cada una. Y los cuartos por valor de 50 euros.

El torneo, decano de las competiciones de cartas en Galicia, se viene desarrollando de forma ininterrumpida desde 1975, lo que lo ha convertido en todo un clásico de estas fechas en la comarca de O Morrazo. Pero la tradición de jugar a las cartas viene de más atrás, concretamente de 1967, año de apertura del bar, cuando se celebraban torneos para ganar premios consistentes en latas de melocotones, pavos, botellas de aceite o turrones. De ahí a institucionalizar las cestas sólo fue un paso y de ahí a convertirse en decano sólo han sido 35 largos años.