Una vecina canguesa acaba de presentar un escrito de queja ante el Servizo Galego de Saúde (Sergas) y una denuncia ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Cangas por un “diagnóstico erróneo” que se le realizó por dos veces en el servicio de urgencias del Centro de Saúde de la localidad. En concreto, denuncia que se le diagnosticó como una gastroenteritis lo que en realidad acabó siendo un principio de neumonía y que requirió su ingreso en la UCI de Povisa.

La mujer, que responde a las iniciales L.Ch.V., explica que acudió por primera vez al servicio de Urgencias el 17 de noviembre y explicó a los facultativos de guardia que padecía vómistos, diarrea y un fuerte dolor de espalda. “Me dijeron que tenía algo de fiebre y que se trataba de una gastroenteritis, por lo que me dieron un suero y medicación”, cuenta. Sin embargo, seguía sin mejorar y decidió volver a urgencias dos días después. “Yo les dije que seguía teniendo dolores de espalda y me contestaron que eso eran cosas mías, que era rarita”, denuncia. Los doctores de guardia le recetaron un nuevo suero inyectable y la mujer regresó a su domicilio.

Según ella misma cuenta y relata en su escrito de queja, la situación empeoró el viernes 20 de noviembre. “Ese día apenas podía respirar, tenía más de 40º de fiebre y hasta taquicardias. Decidí irme directamente a mi médico de cabecera, que sí me atendió muy bien. Mandó que me realizasen un electro y placas y me dijo que tenía un principio de pulmonía. De hecho tenía afectado un pulmón y estaba avanzando hacia el otro”, explica. L.Ch.V. fue trasladada de inmediato en ambulancia desde el Centro de Saúde de Cangas a Povisa. Allí estuvo ingresada varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), “una experiencia muy dura a nivel psicológico”, luego pasó a cuidados intermedios y finalmente a planta. Durante su estancia en el centro hospitalario vigués también se le realizaron pruebas para descartar que tuviese el virus de la gripe A y que finalmente tuvieron un resultado negativo.

Diez días

El alta médica en Povisa la recibió diez días después, el 1 de diciembre y ahora decidió denunciar los hechos. “Cuando fui a urgencias el primer día me auscultaron, pero como si no lo hubiesen hecho. La segunda vez ni siquiera eso y encima me trataron con cachondeo diciéndome que en el pueblo andaba todo el mundo con esos síntomas”, afirma la vecina canguesa. “Lo único que pido es cuando vayamos a un servicio de urgencias seamos bien atendidos. Que nos traten como personas y no como borregos. Si nos quejamos no es por vicio y a lo mejor hace falta que nos hagan más pruebas para que luego nadie se tenga que tirar de los pelos si tenemos algo grave”, argumenta.

La denuncia ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Cangas, que era el que estaba de guardia, se presentó esta misma semana, al igual que el escrito de reclamaciones ante el Servizo Galego de Saúde.