El mejillón no se puede extraer ni comercializar por culpa de la toxina, pero a los bateeiros trabajo no les falta. Es el momento de desdoblar las cuerdas, recoger los colectores, preparar bolsas de molusco que se puedan llevar a reparqueo... "Esta é unha época de moito chollo, aínda que non é o que nos permite gañar cartos", sentencia con resignación Matías, un bateeiro de Bueu.

En el municipio buenense hay tres polígonos de mejillón: Bueu A1, Bueu A 2 y Bueu B. Los dos primeros están en la zona de Agrelo y el último en Beluso. Los tres llevan ya varios días cerrados y por ahora no está muy claro cuando podrán reabrir. "A verdade é que este tempo non nos favorece nada porque con este calor a auga está que ferve", señala otro bateeiro del puerto buenense, José Dacosta Canosa "Piño". A continuación explica que "o que nos faría falta é algo de mal tempo e unhas temperaturas máis frías". Por su parte, Matías recuerda que "o mexillón vai crecendo e en canto cumpre un ano empeza a caer da corda polo seu peso e vai arrastrando ós demais", con la lógica pérdida de producción.

Ahora mismo la gran esperanza del sector es que la toxima desaparezca ante del próximo mes de diciembre para poder afrontar con garantías la campaña de navideña, aunque como recuerdan "xa non é a primeira vez que estamos pechados ata pasar Reis". El 2009 está siendo un año complicado para el sector del mejillón porque tampoco se escapa a la actual crisis económica. "Este ano estamos traballando mal porque a xente non consume moito", afirma Piño, quien también responsabiliza de la situación a la propia industria conservera. "As fábricas están envasando porquería que vén de fora en vez do producto autóctono. Se traballasen co mexillón galego xa verían como a xente ía consumir máis e tampouco estarían en crise", insiste este veterano bateeiro.

Mientras esperan a que la situación mejore, siguen saliendo al mar para trabajar en la batea porque, como explica Matías, "agora é cando se prepara a producción do ano próximo". Por un lado se afronta la tarea del desdoble, que consiste básicamente en cambiar el mejillón de una cuerda a otra. También se recogen los colectores, que son las cuerdas que se suelen dejar en el mar en el mes de marzo para recoger cría de mejillón.