Cangas y Moaña son dos de los concellos gallegos y vascos que acogen a mediodía de hoy concentraciones simultáneas para solidarizarse con las familias de los marineros del atunero "Alakrana" sucuestrados por piratas en aguas de Somalia y pedir a las autoridades que agilicen las gestiones que permitan su inmediata liberación. Bajo el lema "Liberade aos nosos pescadores", el acto pretende reunir a familiares, representantes políticos y sociales, así como a los vecinos que quieran testimoniar su solidaridad.

En Cangas, la alcaldesa habló ayer con los familiares de Secundino Dacosta para explicarle los preparativos. También lo hizo con el alcalde de Moaña, Xosé Manuel Millán, para coordinar la protesta en ambos municipios. Previamente mantuvo contactos con el regidor de Baiona, Jesús Vázquez Almuíña, que actuó de mediador con el Ayuntamiento de Bermeo, de donde partió el comunicado que sirve de referencia en todas las protestas, si bien adaptándolo a la realidad municipal. Se expresa la solidaridad a las familias y al sector. La concentración será frente al consistorio, si el tiempo lo permite, y en el salón de plenos, en caso contrario. Clara Millán dejó claro que la intención no es hacer crítica política, sino para "solidarizarse coas familias, pedir que aumente a seguridade e que o secuestro termine". La pancarta que presidirá el acto se colgará luego en la fachada del consistorio hasta que se libere a los marineros.

En Moaña, la concentración será frente al Concello para pedir que la situación se resuelva. Al igual que en Cangas, el alcaldesa hizo un llamamiento a la participación y una invitación expresa a la directiva y miembros de la cofradía, así como a los colectivos sociales. El BNG anunció en un comunicado que también participará su portavoz nacional, Guillerme Vázquez.

La intención es realizar una concentración de 15 o 20 minutos y leer un manifiesto "consensuado" por todos los ayuntamientos en el que se pedirá que "se axilicen as xestións para liberar aos tripulantes" y dar así "apoio ás familias" de los secuestrados. Coinciden en que el acto "non busca a confrontación política nin entorpecer as negociacións", sino expresar la unidad ciudadana para demandar la vuelta a casa de sus vecinos.