Más de 21.000 cazadores se echarán al monte en el inicio de la temporada de caza 2009-2010, que arranca hoy y se extenderá hasta el próximo mes de enero. De ellos, un total de 445 pertenecen a las sociedades de caza de la comarca, que actúan en los tres Tecores (Territorio cinegéticamente ordenado) reconocidos, en Bueu, Cangas y Moaña-Marín.

El optimismo es el nexo común en este arranque de la temporada. Las perspectivas tanto en Cangas como en el Tecor de Moaña-Marín son buenas, al haberse detectado un incremento de la principal especie cinegética de O Morrazo, el conejo. No ocurre así en Bueu, donde desde la Sociedad de Caza de este municipio el mensaje que se envía es mucho más pesimista, con una disminución de la caza.

"La temporada se presenta bien, con abundancia de conejo", afirma Manuel Piñeiro, presidente de los cazadores moañeses, los que cuentan con un mayor número de socios (235). El secreto de esta proliferación de conejos hay que buscarlo, apunta el dirigente, en el trabajo previo realizado en los últimos meses. Así, se realizó una suelta importante que ha permitido que se incrementase considerablemente su población. Pero también ha influido el factor suerte, ya que la mixomatosis y la enfermedad vírica han respetado a la especie.

En cambio, la población de jabalí se ha reducido y otras especies como la perdiz o el faisán no son habituales de las 4.300 hectáreas de terreno que abarca el Tecor Moaña-Marín, y que va desde la planta de Celulosas hasta prácticamente Rande.

En Cangas los cazadores son algo más prudentes. "Se ve un pequeño aumento, pero aumento al fin y al cabo", algo que achacan a que no hayan entrado las enfermedades. Por eso, confían que "este año la campaña sea mejor que en temporadas anteriores". Las 900 hectáreas del Tecor cangués se extienden por las parroquias de O Hío, Darbo y Coiro y de ellas se benefician los 110 socios con los que cuenta la sociedad de Cangas.

En Bueu, su presidente, José Pérez, no tiene muchas esperanzas depositadas en la campaña que arranca hoy. "Las perspectivas no son muy buenas. Cuando vamos a entrenar ya se nota que hay menos cantidad que el año pasado. El conejo es la especie estrella y no abunda", afirma. "Los montes están muy cubiertos de maleza, con eucaliptos, fincas que no se trabajan, y el conejo necesita espacios abiertos", razona. Además de conejo, también se caza jabalí, aunque "escasea", según Pérez. Zorros, palomas torcaces o faisanes son piezas muy cotizadas y muy difíciles por tener un peso mínimo en este Tecor que ocupa 2.700 hectáreas y que principalmente se ubica en Cela. "También tenemos la zona de Udra, pero está más restringida", afirma el presidente de una sociedad que cuenta con cien licencias.