El sector turístico de Bueu capeó la crisis económica durante el verano. Al menos así se desprende de los datos que maneja la Concellería de Turismo, que cifra en 2.165 las consultas realizadas en la oficina durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre. La edil Miriam Ferradáns apunta que los números son muy similares a los de 2008, si bien señala que "a percepción é que houbo moitísima xente. As catro Bandeiras Azuis foron un pulo para nós". Asimismo, se detecta un importante incremento de las consultas realizadas a través de correo electrónico.

"Estamos moi satisfeitos porque pensamos que a crise e o mal tempo do mes de xullo ían afectarnos máis", afirma Ferradáns, que también recuerda que el grueso del turismo que recibe el municipio es de personas que ya lo han visitado en alguna ocasión. El fenómeno que se produjo este año es que, si habitualmente agosto supera a julio como mes con mayor número de consultas, en 2009 esa tendencia se invirtió. En julio se recibieron 897 consultas por las 800 de agosto.

Mayoría de madrileños

En cuanto a los lugares de procedencia de los visitantes, Madrid, como es habitual, gana por goleada, aunque también es destacable la presencia de turistas de Castilla León y el País Vasco. El turismo extranjero disminuyó por los efectos de la crisis, pero se compensó con el incremento del turismo interior. "Moita xente de Lugo e Ourense chegaba para pasar a fin de semana e voltaban para visitar lugares que lles quedaban pendentes", asegura la concejala buenense. Las edades de las personas que realizaron las consultas oscilan entre los 30 y los 40 años, con la salvedad de que tanto en junio como en septiembre el peso porcentual de la gente que superaba esa edad fue mayor, "pola súa tendencia a desestacionalizar as vacacións", según explicó Ferradáns.

La estancia media osciló entre una y dos semanas, y el lugar preferido para pernoctar fueron los pisos de alquiler, en donde, como apuntó la edil, "os prezos se mantiveron con respecto ó ano pasado". La ocupación media durante el verano osciló el 70 por ciento en hoteles, casas rurales y viviendas de alquiler, pero la cifra fue mucho más elevada en julio y agosto, "onde houbo un 90 por cento e cheos en determinadas datas". Ferradáns añade que algunos visitaron echaron en falta un camping como alternativa económica de alojamiento.