Por expreso mandato de la asamblea de ACE celebrada ayer en el Auditorio Municipal de Cangas, se dejó para hoy hacer público los acuerdos que se habían alcanzado tras hora y media de debate interno. Los concejales Mariano Abalo y Xosé Manuel Pazos aludieron constantemente a este acuerdo asambleario para no realizar declaraciones.

Sin embargo, sí pudo translucir que ACE cambiará radicalmente de postura. Si hasta la fecha mantenía una actitud pasiva ante la decisión de la alcaldesa de "tomar las riendas de urbanismo" quitándole prácticamente todas las competencias en esta materia a Mariano Abalo, aunque sin cesarlo, ahora parece que se abre una nueva etapa en la que ACE irá al ataque.

Dentro de esta estrategia parece difícil que figure el abandonar el gobierno local ahora mismo, pero sí poner las cosas difíciles a la alcaldesa Clara Millán para ser ella la que tenga que marchar. ACE marcará plazos y exigirá competencias, conscientes de que la alcaldesa lo que pretende es conseguir rendir al adversario para que se vaya, pero nunca echarlo.

Asegura Mariano Abalo que la fuerza del acuerdo asambleario iba a radicar precisamente en la comparecencia de hoy ante los medios de comunicación, en un afán de crear un escenario que contribuya desde el primer momento a mostrar ante la alcaldesa la fortaleza del grupo que lidera un Mariano Abalo arrinconado por la alcaldesa desde hace quince días. Lo cierto es que Mariano Abalo tiene más fuerza como concejal dentro de un gobierno hecho añicos y aún sin competencias, que fuera. Eso se evaluó en la asamblea que este colectivo de la izquierda nacionalista mantuvo también en el Auditorio, donde la prensa sólo pudo sacar fotografías de los ediles de esta formación política. Pero ACE no es el único partido que quiere decir algo. El PSOE no descarta intervenir de una manera directa si la crisis gubernamental se agrava. Hasta el momento prefirió en un segundo plano, pero no está dispuesto tampoco a afectar ninguna imposición, venga de donde venga. Insiste en que es necesario que las tres partes se pongan a dialogar y que Massó no es el único asunto que hay en Cangas. Si en algo coinciden los tres grupos es que no quieren ver al PP gobernando Cangas. Esa es fu fuerza, pero también su condena.