La tripulación del atunero “Alakrana” incluye entre sus marineros a un segundo vecino de la comarca de O Morrazo. Se trata de José Carlos Meira Lago, de 48 años de edad. Al parecer es natural de Vigo, aunque está casado en el municipio moañés y donde tiene su residencia habitual. Esta circunstancia fue comunicada desde el Ministerio de Defensa a miembros del gobierno local de Moaña, que de inmediato intentaron ponerse en contacto con la familia. Al igual que el resto de sus compañeros, José Carlos Meira Lago pudo llamar durante el fin de semana a su esposa para comunicarle que se encontraba bien. Junto a él está el cangués Secundino Dacosta Soliño, el panguero de 37 años. El resto de la tripulación gallega procede fundamentalmente del municipio de Baiona.

Las familias siguen a la espera de noticias y durante la jornada de ayer no se registraron nuevas llamadas telefónicas desde el barco. El hermano de Secundino Dacosta, Jesús, mostraba cierto temor por las posibles consecuencias del apresamiento de dos de los piratas y dudó de la conveniencia de esa acción militar. “Creo que pode ser negativa porque non se sabe como poden reaccionar. Non sabemos de que vale que os traian para aquí se o barco segue alí”, señalaba.

Al igual que su hermano, él es también marinero del “Alakrana”, aunque en estos momentos se encuentra de vacaciones y no se pronunció acerca de las previsiones de la ministra de Defensa, Carme Chacón, que auguro que este secuestro puede ser más largo que el del “Playa de Bakio”, ocurrido en el mes de abril del año pasado. “Nunca se sabe como poden reaccionar os piratas”, manifestó. Aquel suceso, en el que también se vieron envueltos otros dos marineros de O Morrazo, se prolongó durante una semana.

Trámites

El Ministerio inició ya los trámites para que presten declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Grazón, que decretó su ingreso en prisión. Ayer se cumplió el quinto día de secuestro del “Alakrana”, que se halla en las cercanías de Haradere y vigilado, a una distancia prudente, por la fragata “Canarias”. Mientras tanto, en España continúa el debate acerca de la posibilidad de embarcar militares a bordo de los barcos españoles para garantizar la seguridad de los tripulantes de los pesqueros.