La presunta red de regularización ilegal de marroquíes, por la que fueron detenidos la semana pasada en Cangas un funcionario del Concello, José L.B.y la vecina Carmen M., utilizaba empleadores, localizados principalmente en Marín, pero también en Tui y en Ribeira, y que ofrecían contratos por un mes en actividades relacionadas con la pesca y en pequeñas empresas, como café-bares. La oficina central de extranjería confirmaron que muchos de los marroquíes a los que desde el Concello se acreditó que vivían en Cangas ni siquiera conocían el municipio. Destaca el hecho de que en los informes de convivencia firmados por el funcionario, aparecen nombres de inmigrantes a los que se acredita su residencia en Nerga, entre 2005 y 2007. El informe señala que "tras las averiguaciones practicadas y una vez consultados los vecinos certificó que…" En el caso del marroquí al que se justificaba su residencia en Nerga, se le encontró después trabajo en Marín, mediante un contrato eventual "por circunstancias de la producción".

En otro de los informes de convivencia se hacía constar que vivía en la avenida de Ourense, número 75, en el Espíritu Santo, Coiro. Este inmigrante fue a parar a Tui, también con un contrato eventual de trabajo en una pequeña empresa, mientras que uno de los residentes teóricos en el piso que la detenida Carmen M. tiene en la calle Félix Ozamiz, obtuvo un contrato eventual en Marín en una empresa de pescadería. Estos datos ponen de manifiesto que las solicitudes de convivencia presentadas por Carmen M. e informadas por José L.B., que los inmigrantes marroquíes no solo figuraban como residentes en O Forte o en la casa de Carmen M., en A Rosada, Coiro, sino en otros lugares.

José L.B. sigue acudiendo a su trabajo con normalidad. Ya dijo que lo haría, y con la cabeza bien alta, pese a que la concejala de Personal le había concedido permiso para ausentarse unos días. Insiste en que cometió un error, que fue el de no investigar directamente que era cierto que los marroquíes, cuyas solicitudes de convivencia le traía Carmen M, vivían donde decía la detenida el pasado miércoles por la Policía Judicial. Tanto José L.B. como Carmen M se desmarcan de pertenecer a una red que se lucraba por cobrar a los inmigrantes ilegales para regularizar su situación en España. Ambos afirman que nunca cobraron un céntimo y que lo hicieron, en el primer caso por pena y en el segundo para ayudar a los marroquíes. Cangas cuenta con una fuerte población marroquí. Viven más de un centenar de magrebíes tras un "boom" que empezó en el año 2004.