El concejal de Urbanismo del Concello de Cangas, Mariano Abalo, tiene previsto asistir hoy a la Comisión Técnica de Urbanismo, la primera que es convocada por la alcaldesa de Cangas, Clara Millán, tras asegurar que "tomaba las riendas del Urbanismo". La regidora local quiere escenificar el cambio de papeles y también varía el día en que acostumbraban a celebrarse estas comisiones. Ahora tendrán lugar los lunes a las 9,30 horas, en vez de los martes. De esta comisión técnica forman parte el arquitecto municipal, la arquitecta municipal, la aparejadora municipal, dos inspectores de obras y un administrativo que se encarga de tramitar las sanciones así como el jefe del negociado de Urbanismo. El concejal de este departamento, Mariano Abalo, también es miembro nato de esta comisión, como lo era ya la propia alcaldesa, a la que la ley le otorga la presidencia de todas las comisiones del Concello.

Mariano Abalo acudirá a la Comisión Técnica de Urbanismo con la intención de saber qué pretende realmente la alcaldesa y actuar después en consecuencia. De hecho, para las 12,30 horas de hoy hay convocada una rueda de prensa por ACE, el grupo que lidera Mariano Abalo. La alcaldesa se cuidó muy mucho a lo largo de esta semana en no decir que retiraba a Mariano Abalo las competencias de Urbanismo y mucho menos que lo cesaba. Se trata de una estrategia encaminada a cansar a Mariano Abalo para que sea él, y no ella la que rompa el gobierno tripartito.

La paciencia de Mariano Abalo en este juego es importante, pero también lo es saber hasta que punto a él se le deja capacidad de maniobra en su departamento. Clara Millán ya adelantó que todas las licencias y asuntos de Urbanismo que vayan a comisión de gobierno deberán pasar antes por ella. También se puso al frente de las relaciones con el equipo redactor del Plan Xeral y convocó a la patronal de la construcción a una reunión, que ya se celebró, y a los profesionales del sector, a otra, todavía pendiente.

Evidentemente se espera una reunión tensa, donde no se descarta que Abalo se levante y marche.

Por otro lado, el PSOE se muestra cada vez más pesimista sobre el futuro del tripartito. Su portavoz, Héctor Otero, insistía ayer en que los esfuerzos por continuar no tienen recompensa, sobre todo cuando no hay semana en la que surja un nuevo enfrentamiento interno. Desde que comenzó el conflicto de Massó las diferencias entre los socios de gobierno aumentaron.

Sólo hay una cosa que mantiene al gobierno unido: que el Partido Popular no regrese a la Alcaldía. Lo que está claro es que Clara Millán no convocará ninguna moción de confianza y que sólo una moción de censura la alejará del sillón presidencial, algo que sólo sería posible si se cumple aquella máxima de Churchill, de que la política hace extraños compañeros de cama. Por cierto, que la asamblea local del BNG de Cangas condena los hechos que tuvieron lugar en el pleno del día 25 y traslada su solidaridad a los trabajadores y vecinos heridos.