El 28 de agosto de 1936 once trabajadores cangueses (5 canteros, 3 marineros, 2 albañiles y un mecánico) fueron asesinados en el monte de Anguieiro, en A Magdalena. 73 años después de aquel día, un centenar de personas celebraron ayer un nuevo homenaje hacia estos "mártires", en un acto de "recoñecemento e de xustiza", como indicó Xoán Chillón, miembro de la Asociación de Memoria Histórica en Cangas. La jornada contó con una simbólica suelta de palomas y una ofrenda floral en el monolito dedicado a estos vecinos de la localidad.

La partitura de "Alborada de Celanova", interpretada por la Banda de Música Municipal, puso el punto de partida al homenaje por los Mártires de Anguieiro. Luego la viva sintonía del dúo de armónica y piano, conformado por Xico de Cariño y Alexandre, dio paso a la interpretación de cinco alumnos de la escuela municipal de Artes Escénicas. El monólogo "A noite vai como un río" de Álvaro Cunqueiro y el poema "Os avós", de Marta Dacosta, pusieron voz al silencio de muchos años en los algunos "fuxían sin moverse" y otros "cada día calban". Nieves Oliviera, miembro del colectivo por la memoria y profesor de historia, explicó los motivos para rendir tributo a los Mártires de Anguieiro. "No es un acto caprichoso", afirmó, "recordarles es devolverles la humanidad que se les ha negado", sentenció la maestra. La alcaldesa, Clara Millán, y varios miembros de la corporación municipal asistieron a los actos de homenaje. En la plaza del Concello, Millán se refirió a la jornada como una forma de hacer "eterna a mensaxe de paz e de democracia" por la que aquellos once vecinos de Cangas "entregaron" su vida.

El monolito de Anguieiro reunió, a las siete de la tarde, a decenas de vecinos que participaron en la ofrenda floral, depositando un clavel alrededor de la piedra. Daniel González, Antonio Blanco, Guillermo Fernández, José Novas, Alejandro Martínez, José Martínez, Antonio Ferreiro, Normandino Núñez, Secundino Ruibal, Estanislao Ferreiro y Eugenio Bastos son algo más que simples nombres para muchos vecinos de Cangas. Son los "mártires" de una causa que triunfaría con los años, pero que llegó demasiado tarde para ellos.