El Concello de Moaña va a solicitar una reunión con la empresa responsable del transporte por carretera entre Vigo y Moaña, Monbus. El motivo del encuentro se basa en las quejas recibidas por parte de los representantes de los usuarios, que fueron atendidos ayer por el teniente alcalde, Víctor Pastoriza, y la concejala de Mobilidade, Teresa Suárez. El colectivo denuncia deficiencias en cuanto a los horarios, las tarifas, o el estado de los vehículos, entre otras cuestiones.

Ya han remitido varias quejas a la Dirección Xeral de Transporte, sin embargo, al no ver resultados, ayer transmitieron sus críticas a los miembros de la corporación. Al parecer, las deficiencias en el servicio son "continuas" y "xa veñen de atrás". Así lo transmitió la portavoz del colectivo, Estrella Cores, que explicó que la empresa no cumple con los horarios, sobre todo en las horas punta, no ha reducido las tarifas tras las rebajas en los combustibles y la eliminación del peaje y que los billetes económicos "son anecdóticos". Además, el colectivo protesta por el mal estado de los vehículos y la accesibilidad para personas con movilidad reducida.

Por su parte, el teniente alcalde, tras el encuentro, reconoció que el gobierno local "ten poucas competencias na cuestión", pero quiso subrayar que "intentaremos votarlle unha man no que poidamos". Por este motivo, contactarán con la concesionaria del servicio, como primer paso, y posteriormente "volveremos a reunirnos cos veciños". Pero es que además, no se descarta trasladar las cuestiones a la Dirección Xeral de Transporte de la Xunta de Galicia, con el fin de agilizar las mejoras.

Meira y Domaio, los peores

En cuanto a las quejas que transmitió el grupo de usuarios a los miembros de la corporación, destacan, entre otras cosas, el mal estado, en general, de los vehículos, que se ve incrementado en los autobuses que cubren rutas secundarias. Además, destacan que los usuarios que se ven más afectados son los de Meira y Domaio, ya que aseguran que la mínima incidencia en el servicio, por cuestiones climatológicas o averías, por ejemplo, supone que los usuarios de estas parroquias "queden, literalmente, en terra". Añaden que ocurre lo mismo en las paradas de Vigo de la Cruz Roja y la Rectoral y critican que es habitual que los usuarios se vean obligados a esperar a que pase el siguiente autobús, "sen garantías de que chegue".