La promotora Marina Atlántica está dispuesta a empezar en breve las obras del puerto deportivo de Massó en Cangas. Lo confirmó ayer el concejal de Urbanismo, Mariano Abalo, que insiste en la inconveniencia de iniciar unos trabajos sin haber llegado a un acuerdo, ni tan siquiera de mínimos, al tiempo que insiste en que desconoce la fecha exacta en la que las máquinas entrarán en Massó. No hay que pasar por alto que el 27 de marzo de 2008, la Autoridad Portuaria concedió un prórroga de 22 meses a Marina Atlántica para la ejecución de las obras. Ahora mismo, la fecha de inicio de los trabajos está pendiente de las subcontratas, que tuvieron que retrasar la fecha, prevista, según las fuentes consultadas, para el martes de de la pasada semana.

El edil de Urbanismo afirma que su posición no ha cambiado, que considera que se trata de una obra ilegal, porque se actúa en cesiones que fueron embargadas o vendidas, algo que lo prohíbe la Ley. También considera que esta obra debió ligarse a la urbanización y ser tratada dentro del nuevo Plan Xeral, cuyo avance salió ayer publicado en el DOG. También deja claro que "aínda hay posibilidad de negocialo todo”. No obstante, insiste en que su prioridad es recuperar para Cangas el patrimonio de Massó. También recuerda las palabras del empresario José Manuel Otero, responsable de la constructora Puentes y Calzadas que acometería la obra, que había dicho que cualquier actuación en tierra se haría dentro de lo fijado por el Plan Xeral. El 19 de abril de 2008, en una reunión de Marina Atlántica (la promotora está integrada por el Grupo Atlántico y Caixanova) con la alcaldesa y los portavoces de los partidos políticos en el gobierno, la empresa decidió posponer las obras del puerto de Massó, pero sí continuar con el replanteo. Fue en esta reunión donde se dejó claro que el interlocutor válido para este asunto era el concejal de Urbanismo, Abalo.

La alcaldesa de Cangas, Clara Millán, esgrimió un informe de los técnicos municipales, en el que se señalaba que el Concello de Cangas no tenía competencia en la lámina de agua, por lo que no podía paralizar las obras del puerto. También es cierto que Abalo recordó a Marina Atlántica que los servicios en tierra del puerto son de competencia municipal.

A finales de diciembre de 2007, la promotora anunció la reducción del proyecto del puerto con un 40% menos de ocupación del fondo marino, pero esta decisión nunca se vio plasmada en una modificación del proyecto, según manifestó el edil de Urbanismo y la propia Cofradía de Pescadores Cangas.

Reducciones

Marina Atlántica anunciaba también que se reducía en un 30% la lámina de agua abrigada. La empresa aseguraba que las modificaciones se introducían sin alterar el proyecto aprobado y que se habían adoptado para mejorar la integración ambiental de la nueva infraestructura. La promotora aseguraba que reducía en un 17% las nuevas superficies generadas, que pasaban de 27.000 a 23.000 metros cuadrados y la lámina de agua, de 90.000 a 60.000. Por lo que respecta al fondo marino, la promotora fijaba una ocupación de 16.000 metros cuadrados, frente a los 28.000 iniciales. La empresa destacaba que la construcción del puerto se ajustará a una estricta normativa. Pese a la disminución, el número de amarres previstos se mantenía, con 450.