Los desperfectos en el mobiliario urbano y en el patrimonio público y privado se asocian en Cangas al ocio nocturno de los fines de semana, donde aumenta el consumo de alcohol y drogas, y también sus consecuencias. En las últimas semanas, los agentes han recibido denuncias por pintadas en varios edificios públicos y en una vivienda privada de la periferia urbana, aún sin estrenar. También han confirmado destrozos en el mobiliario urbano y localizado media docena de puntos donde se realizaba “botellón”, según les confirmaron los residentes, y los servicios municipales han limpiado estas zonas y estrechado la vigilancia para que no se repitan.

En este contexto, la Guardia Civil inició un plan de control de las zonas de ocio, no sólo para detectar y sancionar a los locales que incumplen los horarios, sino también para reprimir el consumo y trapicheo de drogas. En ese operativo, el pasado fin de semana los agentes identificaron a cinco jóvenes -dos de ellos menores- con varias dosis de droga, como cocaína, hachís y marihuana, así como navajas y bates de béisbol, elementos considerados peligrosos y que pueden ser utilizados en peleas callejeras. La noche siguiente continuaron los registros, y la Benemérita tiene previsto mantener su presencia en las calles durante las próximas semanas.

En todo caso, los responsables públicos recalcan que no se debe “criminalizar” el ocio nocturno, ya que la inmensa mayoría disfruta de su tiempo libre de forma responsable, aunque sí apuestan por actuar “con contundencia” con los alborotadores y velar porque esa actividad se desarrolle teniendo en cuenta la legislación y los derechos de todos, minorando al máximo las molestias a quienes optan por el descanso.