Técnicos de la Consellería de Medio Ambiente que participan en el Plan de Control de Vertidos en Galicia han detectado en Cangas más de una docena de puntos con residuos contaminantes, por lo que la Xunta ha dado un plazo de 15 días al Concello para que presente un plan de actuaciones en el que se detalle el origen de esos vertidos y las obras que es necesario llevar a cabo para eliminar o minimizar sus afecciones, incluyendo un cronograma con fechas de inicio y finalización de los trabajos a realizar. El Concello ya se ha puesto manos a la obra, pero ha hecho saber a la administración autonómica su malestar por la “conducta abusiva” y la escasa colaboración que le presta en estos asuntos, más aún cuando considera que se trata de competencias de la Xunta, y llega a acusar a los responsables de la consellería de “deixación de funcións”, de “derivar abusivamente cara outras administracións, menos dotadas de medios” las actuaciones en materia de vertidos a los ríos, e incluso de utilizar la imposición de sanciones para autofinanciarse.

Los vertidos fecales detectados proceden de filtraciones, de arquetas y aliviaderos de la red de saneamiento, de la depuradora de Donón, de industrias y de viviendas particulares, y en algunos casos no son atribuibles al Concello, según argumentan los técnicos. Además, hay un caso donde el origen de los vertidos se localiza en un gallinero, y se da la circunstancia de algunas denuncias provocadas por los restos de lejía y detergentes procedentes de lavaderos públicos, lo que despierta la sorpresa de los responsables municipales, que entienden que el uso que se les da es “anecdótico” y, en todo caso, contribuye a mantener una actividad tradicional que se realiza en espacios protegidos y de valor etnográfico.

La solución a los problemas detectados pasa por medidas que debe tomar el Concello -en algunos casos requiriéndolas a la empresa Aqualia, concesionaria del servicio de saneamiento-, pero también otras administraciones. Entre estas últimas se citan los vertidos registrados en en tuberías que forman parte del sistema de recogida de pluviales de la carretera autonómica que baja del Corredor do Morrazo, las procedentes de propiedades particulares sin conexión con actividades municipales o las que no han podido ser confirmadas por sus técnicos.

Soluciones conjuntas

La campaña de inspecciones en la red fluvial de Cangas forma parte del Plan Galego de Vertidos en el que participan 25 técnicos que se encargan de detectar los puntos negros donde se producen esos vertidos residuales, del análisis de los mismos y de proponer las pautas para su solución. La incidencia es “moito maior” en las zonas costeras de Galicia, como es el caso de la comarca de O Morrazo, que en el interior, según tiene documentado Augas de Galicia, que hace hincapié en el convenio firmado recientemente entre el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y el gobierno gallego -dentro del Plan Nacional de Calidad de las Aguas-, que contempla una inversión de más de 880 millones de euros en un período de seis años, lo que supondrá un “paso definitivo” para que en el horizonte de 2015 se cumpla la normativa europea.

Desde el Concello recalcan la disposición a tomar todas las medidas necesarias para la protección medioambiental, pero también sus críticas por la escasa implicación de la Consellería. Como ejemplo de este proceder, recuerdan que el titular del departamento durante los últimos cuatro años, Pachi Vázquez, desatendió los reiterados requerimientos de la alcaldesa, Clara Millán, para analizar los problemas del municipio y buscar soluciones conjuntamente.