Se dice que existen tres cosas que hay que hacer en la vida: tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Ésta última ya no será un problema para el centenar de pequeños que participó ayer en la jornada de reforestación organizada por la Xunta de Montes de Moaña. Desde sus centros escolares, Tirán y Abelendo, se trasladaron hasta el sendero de A Fraga para poner su granito de arena y recuperar el bosque autóctono de la zona plantando más un centenar de árboles. Robles y alcornoques fueron las especies elegidas por los comuneros, que ayer contaron con la ayuda de más de cien niños y niñas que trabajaron durante toda la mañana con sus propias manos, como si fuesen unos expertos en la materia.

La jornada comenzó con las explicaciones del secretario de la Xunta de Montes, Ezequiel Fernández, que dio las instrucciones de cómo llevar a cabo la plantación y concienció a los niños y niñas en referencia al cuidado de la zona y todos los montes en general. No rellenar los hoyos con piedras, impedir que quede aire en la zona de las raíces o que el tronco quede recto para que su crecimiento sea correcto fueron algunos de los consejos que dio Fernández a los pequeños jardineros, de entre 4 y 8 años.

La época no es la más idónea para llevar a cabo una plantación de este tipo ya que los árboles están ya brotados, pero es que, tal y como explica Fernández, “no pudimos hacerlo antes debido a otras actuaciones pendientes de mayor urgencia”. Reconoce que al principio a alguna de las frondosas les costará adaptarse al terreno y otras, posiblemente, no sobrevivan, sin embargo, el tiempo está a su favor y las recientes lluvias apresurarán el crecimiento de los robles y alcornoques.

Un árbol por persona

Lo comuneros contaban con 120 árboles que la Xunta de Montes consiguió gracias a un acuerdo del Concello con la Consellería de Medio Rural. Después de estar un tiempo aviverados en el colegio de Seara ayer, por fin, fueron plantados en donde les corresponde con el fin de reforestar el monte con especies autóctonas. Para ello, los pequeños se dividieron en grupos de tres y cuatro personas y a cada uno le correspondería la plantación de uno de los árboles. Los más pequeños eran ayudados por sus profesores pero la mayoría se valieron por sí solos para realizar el trabajo, buscando la manera más ingeniosa. Las herramientas eran pesadas así que todos se valieron de manos y pies para rellenar los hoyos y conseguir que su árbol permaneciese recto. Acabaron llenos de tierra, de arriba a abajo, pero la experiencia será inolvidable, pues todos se fijaron dónde plantaban para poder visitar a “su árbol” de vez en cuando. Sin embargo, no fueron los únicos que colaboraron con la causa, pues el concejal de Medio Ambiente e Mar, Daniel Rodas, también participó en los trabajos, ayudando a los pequeños con la plantación. Una vez terminaron, los jóvenes jardineros disfrutaron de una “merendola” ejemplar: bocadillo, agua y fruta. Después, ya con las pilas cargadas y aprovechando la salida escolar, realizaron una ruta de senderismo por la zona parta conocer el sendero de A Fraga, antes de volver a los autobuses que les llevarían de nuevo a sus centros, dando por finalizada la “especial” jornada de ayer.

Eucaliptos

Ésta es una de las actividades organizada por la Xunta de Montes de Moaña con el fin de recuperar el bosque autóctono de la zona, motivo por el que la semana anunciaron la eliminación de 25 hectáreas de eucaliptos para combatir así su proliferación, que perjudica el crecimiento de otras especies a su alrededor.