Vecinos del barrio de Nazaret denuncian el abandono de la zona verde y aceras próximas al nuevo colegio, que provoca la masiva presencia de ratas en las inmediaciones. No hace mucho que los vecinos se tuvieron que armar con escobas para arrojar a estas alimañas de sus viviendas. Aseguran que entran con facilidad por los registros del agua y los contadores de la luz.

Afirman los residentes de esta zona del barrio de Nazaret, ubicada frente al nuevo colegio, que la empresa que construyó el centro escolar tiene gran culpa del estado actual de la misma. La zona verde está completamente llena de maleza por donde corretean las ratas y la aceras están totalmente destrozadas como consecuencia de los andamios colocados en su día para la obra. Las moscas y los mosquitos se acumulan en la basura delante de un centro escolar de nueva creación, según tienen constancia los vecinos.

Requerimiento

Los afectados acudieron ya en varias ocasiones al Concello de Cangas para denunciar el estado de abandono de esta zona. Pero no tuvieron demasiadas respuestas a sus demandas. Ayer, sin embargo, el concejal de Obras y Servicios, Héctor Otero, aseguró que es la empresa constructora del colegio de Nazaret es la principal responsable de la situación y que es su obligación reponer la zona. El edil manifestó que así se lo haría llegar a la empresa constructora a través de un requerimiento.

En cuanto a la masiva presencia de ratas en la zona denunciada por los vecinos, el concejal de Obras y Servicios apunta que la empresa encargada de la desratización acude una vez al mes a Cangas a realizar los trabajos pertinentes y que tiene previsto su próxima llegada a principios del próximo mes. También afirma que si es requerida su presencia en más ocasiones la empresa no duda en acudir. Mientras, los vecinos luchan contra ellas a escobazo limpio, sin demasiada suerte, por lo visto. “Mi madre tiene 80 años y casi le da un síncope cuando se encontró una rata que entraba en el portal”, afirma uno de los vecinos afectados.

Cabe recordar que uno de los principales problemas con los que se encontró el nuevo gobierno local en las obras de la avenida de Marín es que las ratas se comían los cables de las farolas.