Neones, flashes, música a decibelios desorbitados, colores fluorescentes... Todo un espectáculo de luces y sonido que se dio cita este fin de semana en la concentración que organizó el Bueu Tuning Club en el entorno del polígono industrial de Castiñeiras.

El evento, que comenzó el sábado, consiguió congregar a más de medio centenar de coches “tuning”, venidos de todos lo puntos del país para participar en una exhibición en la que no faltaron curiosidades. Tras dos días con decenas de pruebas y evaluaciones al detalle por parte de los jueces, ayer se clausuró la concentración con la entrega de trofeos a los vehículos mejor preparados. Un Volkswagen Golf II, del año 1988 y todo decorado con la temática del escorpión, se llevó las condecoraciones a mejor show nocturno, top exterior e interior; un Peugeot 106 consiguió destacar con el mejor equipo multimedia, y un Seat Córdoba obtuvo el premio al mejor maletero con un sistema basculante. Entre los más destacados estuvo un Opel Azcona: el vehículo más antiguo de la concentración con más de 21 años y en unas perfectas condiciones. Además, hubo reconocimientos conjuntos, como el del club más lejano, procedente de Carballo, en A Coruña, y que participó en el evento con nueve automóviles. Sin embargo, a nivel individual hubo quien acudió desde los Pirineos. Fue el caso de un Peugeot 307 Cabrio, llegado desde Andorra y que consiguió un galardón a la calidad del “tuning”, un top exterior y el premio a la llanta más grande.

Una vez terminada la entrega de los más de 50 trofeos de las diferentes categorías, la organización sorteó una cámara de vídeo digital, entregada en el momento, y una radio JVC con USB, que cayó en el número 157. Así se clausuró la concentración, ubicada en los alrededores de la sala Zona, donde en la noche del sábado los participantes pudieron disfrutar con un fascinante show nocturno en el que no faltaron los flashes multicolor, los neones y la música de DJ’s. Una combinación perfecta que hizo que la velada se alargase hasta las seis de la mañana. Un espectáculo digno del mejor “tuning”.