Más de 6.000 euros y varios meses de retrasos les costará a una familia de Cangas limpiar las pintadas que los gamberros dejaron impresas en las fachadas de una vivienda que están construyendo en el lugar de O Freixo, en la parroquia canguesa de Coiro. Los vándalos entraron en el cercado de madrugada -entre las dos y las ocho, según las estimaciones de los vecinos- y se emplearon a fondo para embadurnar las paredes, puertas y ventanas con sprays de pintura de diferentes colores, con las que dejaron impresos garabatos y algún mensaje insultante, aunque sin otro motivo aparente que el de “hacer daño porque sí”, opinan sus propietarios, que han denunciado los hechos a la Guardia Civil. Los agentes buscan pistas que les permitan identificar a los autores.

Las fachadas de la casa, de estética vanguardista, se están construyendo con piedra, pizarra y hormigón, y todos los materiales resultaron seriamente dañados. A pesar del empleo de productos químicos, las pintadas son aún perceptibles, y las ventanas y puertas exteriores, así como la del garaje, todas de PVC, también han resultado afectadas. Los dueños las someterán a un chorreo de arena y confían en reparar parte de las instalaciones, aunque añadiendo unos gastos que no estaban previstos en su presupuesto. Además, los gamberros, que tuvieron que franquear el vallado perimetral de la finca, les obligarán a prolongar los plazos para trasladarse a su nueva vivienda, lo que les supone “un fastidio añadido”.

Actos de vandalismo

Los actos vandálicos se están repitiendo en Cangas con creciente frecuencia en los últimos tiempos. A principios de esta Semana Santa, la caseta de socorrismo de la playa de Nerga fue destrozada con piedras y patadas, por lo que la Guardia Civil abrió una investigación. Los agentes también siguen otros casos por el grafiteado de coches y destrozos de mobiliario urbano, que se incrementan en los períodos vacacionales.