Unos abogan por la creación de un supermercado. Otros proponen una cafetería. Hay quien opina que lo “ideal” es que sirva de almacén. E incluso para algunos es fundamental su uso social. La función de la segunda planta de la plaza de abastos de Moaña se ha convertido en un debate social y político en la villa. Los vendedores, las asociaciones vecinales y los miembros de la corporación no se ponen de acuerdo en cómo utilizar el espacio superior.

Lo cierto es que todos los gobiernos que han pasado por la Alcaldía invirtieron dinero en el edificio, pero hasta ahora ninguno realizó una obra “importante” en las instalaciones. El bipartito BNG-PSOE decidió que había que darle un cambio y renovarla, encargando el proyecto al arquitecto Juan Rivas. La propuesta del Concello, presentada hace apenas un mes, se basaba en el aprovechamiento social del espacio y en la creación de una cafetería ya que, según las propias palabras de Rivas, “es un lugar espectacular que no se puede desperdiciar”.

La idea no sentó nada bien a la Asociación de Vendedores de la Plaza de Abastos, presidida por Gerardo Solla. El colectivo había presentado anteriormente un proyecto en el que se abogaba por la instalación de un supermercado en la planta superior, considerando que daría mayor movimiento y favorecería a las ventas, actualmente en crisis. Su propuesta se rechazó por falta de “concreción”. Pero tras la presentación definitiva del trabajo de Rivas, el edil de Servicios, Víctor Pastoriza, les dio una nueva oportunidad para presentar un plan de obra, en el que, según Solla, “estamos trabajando”.

Además, la semana pasada la asociación comenzó con una campaña de recogida de firmas entre los clientes. Ayer, el número de apoyos sobrepasaba los mil, pero el tiempo se agota. El presidente del colectivo está convencido de que la mejor opción es la del supermercado y asegura que “seguiremos luchando”. Considera que se ha “perdido” mucho dinero en las pequeñas obras de la plaza y opina que es hora de realizar un actuación “importante”, que favorezca su supervivencia y “no todo lo contrario”.

En cuanto al uso social, opina que “no es el lugar adecuado”, para llevar a cabo actividades culturales. Además, Solla hace referencia a la reciente aprobación del proyecto de la urbanización de A Xunqueira, donde está previsto ubicar el auditorio, aunque éste todavía no tiene financiación y su creación está todavía en proyecto. Los argumentos de los vendedores son sólidos, pero ¿conseguirán convencer al gobierno local?