Cientos de vecinos de Moaña llevan semanas recibiendo facturas del banco referentes a los recibos catastrales del 2008. Las cantidades habían sido abonadas ya por cada propietario, pero tras la renovación de los valores la documentación que poseen las entidades bancarias no coincide con la real y exigen a sus clientes que les abonen cantidades erróneas, a las que se les suma un incremento de la deuda a causa del retraso del pago.

La Plataforma Anti- catastro de Moaña, formada hace más de un año, denunció ayer un nuevo capítulo en su problemática, como consecuencia de la revisión de los valores catastrales en el municipio y que se une a las ya existentes. En este caso, la “incongruencia”, como ellos la definen, se refiere a la llegada de facturas ya abonadas, de las que el banco no tenía constancia. Según explica la portavoz de la plataforma, María del Carmen Juncal, “la culpa es de la mala administración”, y añade que el problema reside en que no se remitió a las entidades el cambio realizado en los valores. Pero eso no es todo, porque cada factura añade un recargo por la tardanza en el pago , aunque en la mayoría de los casos éste no supera los 30 euros.

Juncal, asegura que “ésto se debe a una falta de comunicación”, y responsabiliza al alcalde, Xosé Manuel Millán, por “negarse” a convocar la comisión de seguimiento, tal y como prometió en la sesión plenaria del pasado diciembre. El regidor anunció en ese momento que en enero se “sentaría a hablar con todos los vecinos”, pero la portavoz afirma que pasaron tres meses desde la fecha acordada y “no ha dado ni un solo paso”. Asegura que la solución está en manos de Millán, al que pide que contacte con el ORAL, para que remita a los bancos las autorizaciones de los vecinos y poder pagar las facturas correspondientes.

El sentimiento general de los propietarios es de preocupación. Juncal reconoce que “los bancos es lógico que reclamen”, pero se pregunta “quién pagará los recargos”. Asegura que los vecinos se sienten cada día “más solos” y solicita que el alcalde se manifieste. “Sólo necesitamos una explicación”, subraya.

Por ahora no son más de 300 los que recibieron los importes con recargo del año pasado, sin embargo las facturas continúan llegando y los nervios van en aumento. Las entidades quieren cobrar, los vecinos ya han pagado su parte correspondiente y mientras, ven cómo la “mala administración” no hace más que “crearles nuevos problemas”. A todo ello se une que en el mes de agosto llegarán los recibos de 2009 y para entonces esperan haber solucionado el problema.