El alcalde de Moaña, el nacionalista Xosé Manuel Millán, salió airoso aunque no se libró de una lluvia de críticas en el pleno monográfico de ayer, solicitado por los grupos de la oposición PP e Iniciativa polo Morrazo (InMo), a instancias de la Plataforma pola Sanidade de Moaña, para debatir sobre la deficiente situación sanitaria del municipio. Todos los grupos votaron a favor de la moción en la que se pedía, entre otros puntos, que el Concello ponga los terrenos a disposición del Sergas para el nuevo centro de salud que se gestiona sin éxito desde hace diez años. “¿Hasta cuándo nos van a engañar?”, dijeron vecinos afectados. En la sesión InMo recordó que en mayo acababa la moratoria de dos años de la Ley de medidas urgentes para la protección del litoral que prohíbe construir en la costa y que afectó a los terrenos elegios por el Concello en Sisalde. Su portavoz, Euloxio Santos, señaló que el Concello tenía que tener “los mecanismos engrasados” para retomar la obra del centro de salud donde la dejamos” cuando el 16 de mayo acabe esa prohibición, si no la deroga antes el nuevo gobierno de la Xunta.

La Policía controló la entrada al pleno, que empezó a las 12.00, y cuando el aforo de medio centenar de butacas estaba al completo ya no dejó entrar a más público, por orden de la alcaldía que aplica esta fórmula desde hace varios plenos ante los disturbios de los vecinos de Albariños y en medio de las protestas del PP. Los populares volvieron ayer a participar de pié durante las tres horas que duró el pleno, sin sentarse en sus escaños, en protesta por esta actitud. De todas formas, ayer sólo unas 15 personas se quedaron sin poder entrar y no hubo altercados. Acudieron vecinos de Albariños, con sus habituales pegatinas blancas en la solapa, pero no intervinieron para respetar el debate sobre la sanidad.

Millán tenía todas las de perder porque diez años después el centro de salud sigue sin construirse, un año después y no están los locales para las especialidades de odontología y fisioterapia que había confirmado el Sergas en 2008, la Casa del Mar, que no reúne condiciones como centro de salud, sigue sin ampliarse con los locales del Instituto Social de la Marina y de Vicepresidencia, que tienen otro uso no sanitario dentro del inmueble; Moaña sigue sin pediatra por las tardes, la piscina para usos terapéuticos, aunque construida, sigue sin abrirse, y nada se sabe del segundo vaso solicitado; como tampoco del motivo por el cual Moaña no ofertó terrenos al Sergas, como así le había pedido, para el centro de alta resolución que al final se ofreció a Cangas. En cuanto a las listas de espera, ya competencia del Sergas, la Plataforma pola sanidad pública de Moaña, que había pedido este pleno y que Millán no se lo concedió por motivos de reglamento, se quejaron de que viven en una situación de agravio comparativo con respecto a otros pacientes por tener como hospital de referencia a Povisa, que es un centro privado concertado.

Millán aguantó el chaparrón de acusaciones. El portavoz del PP, José Fervenza, calificó de “0” la gestión del bipartito de Moaña en sanidad y recordó las mociones que su grupo había presentado y que el BNG no aprobó, así como cuando en 2006 la conselleira de Sanidade había dicho que dentro de un año Moaña tendría centro de salud: “Isto é o que temos aquí”. Fervenza se reservó para el final un documento que, según él, explica la “parálisis” del centro de salud. Aclaró que no es que el centro de salud no se haga porque unos vecinos no quieren vender los terrenos, sino porque están molestos con el concello que no les ofreció lo mismo que a otros. Aludió así a uno de los promotores del edificio detrás del ayuntamiento que tenía un terreno de 756 metros cuadrados en Sisalde y que firmó un convenio con el Concello por el cual a cambio obtuvo una edificabilidad en ese edificio a mayores de 1.123 metros cuadrados: “Estos vecinos también habían pedido traspasar una edificabilidad y el concello se la negó”.

La intervención de Fervenza provocó los reproches del alcalde, que le acusó de “ter a boca dun cabalo desatado”, mientras que el portavoz de InMo desmentía a Fervenza y rechazaba que se intentara “tangar a los propietarios” de Sisalde porque en el acuerdo de compra estuvieron de acuerdo los ediles del PP Javier Abal y Carlos Trigo.

“Asombroso”

Euloxio Santos Leites calificó de asombroso que el alcalde negara a la Plataforma pola sanidade la celebración de este pleno y el “despropósito” en el caso de los locales para las especialidades de odontología y fisioterapia. En este sentido dijo que el concello y Sergas se tiraban los “trastos a la cabeza” y dentro del gobierno local también los dos grupos presentaban en el consello municipal de sanidade propuestas distintas: el PSOE pretendía ubicar los locales en la Casa del Mar y el BNG en unos locales en O Rosal. Leites también se extrañó de que el Concello no ofertara los terrenos para el centro de alta resolución y dijo que a Moaña “siempre le quitan la cartera”. Sobre el centro de salud señaló que no estaba de acuerdo en se estuviera igual que hace 9 años porque el concello, siendo él edil de Urbanismo, compró los 5.000 metros cuadrados del terreno en Sisalde, aunque es cierto que “no llegó a buen puerto” porque no se logró acuerdo con un grupo de propietarios para desarrollar la unidad de actuación. Después llegó la ley de los 500 metros y afectó a la zona.