La comparecencia de los once miembros del grupo de gobierno de Cangas se convirtió poco más o menos que en un debate sobre el estado del municipio. Claro que no hubo anuncios sorprendentes por parte de los aliados ni ningún “váyase señor... “ por parte de la oposición. El cronometro funcionó con la precisión de un bisturí y sólo los asuntos urbanísticos y económicos despertaron al público de los asientos de un pleno de seis horas que comenzó a las 15,30 horas y terminó pasadas las 21,30 horas. El Partido Popular no consiguió proponer ninguno de los once acuerdos de resolución. La alcaldesa, tras el aportuno asesoramiento jurídico, negaba la posibilidad por entender que la ley también lo hacía. Sotelo no se rinde y piensa registrar estas resoluciones como peticiones el próximo sábado, peticiones entre las que figura la creación de un defensor del ciudadano o la creación de un registro de aprovechamientos urbanísticos.

El minutaje ayudó a la limpieza de la sesión que sí puso de manifiesto la unidad del tripartito. De hecho, Clara Millán aseguró públicamente sentirse muy orgullosa de la calidad humana de su equipo de gobierno.

Si a alguien le molestó comparecer, y a petición del PP, fue al concejal de Urbanismo Mariano Abalo. Recordó la etapa de “opacidad dictatorial” del PP en el gobierno de Cangas , donde existía una concepción urbanística que favorecía operaciones de determinadas empresas del ladrillo, lo que había llevado al Concello numerosas veces ante la justicia. Sotelo criticó “la contratación de los siniestros asesores de Urbanismo” e hizo mención a los 1,7 millones de euros que figuraban en concepto de aprovechamientos urbanísticos. “Antes Cangas no se vendía, ahora se regala”. El líder del PP insistió en que era un escándalo que Abalo fuese concejal de Urbanismo, como lo era también la adjudicación a una empresa que había hecho la campaña de ACE y el proyecto sobre la finca Massó. “Escándalo es la palabra en urbanismo en Cangas”, dijo Sotelo. Abalo se irritó. “Esa es la concepción que tienen ustedes de la democracia: váyase señor González, Zapatero embustero o alcaldesa estirada” para sacar de fondo de armario y asegurar que se habían hecho proyectos con técnicos afines al PP que incrementaron la deuda del Concello y después no se ejecutaron. Terminó con aquello de Xosé Afonso “O pobo é o que máis ordea” . Más tarde, Abalo y Sotelo habían de guardar sus armas en la aprobación del avance del plan xeral, donde Abalo tendió la mano y Sotelo dijo que sería un fiel aliado si se demuestra que hay transparencia.

La alcaldesa de Cangas había sido la primera en intervenir. Lo hizo con un discurso que se centró en relatar lo logrado por el nuevo gobierno y en dejar claro que había sido el gobierno que había decidido el pueblo en las urnas. Hizo hincapié en que se habia retomado el diálogo con la sociedad y tendente a aumentar el nivel de vida de los ciudadanos. No dudó en señalar que se habían producido cambios profundos en una gestión que calificó de transparente, algo que puso en duda el PP. Mientras, la edil no adscrita, Begoñá Pérez Santaclara, pedía que se hiciera la auditoría que demanda. El PP también la solicitaba en una de sus resoluciones, pero no sólo de los años de gobierno de Sotelo, sino desde 1999 hasta 2009.

El portavoz socialista Héctor Otero utilizó un semblante positivo, evitando recurrir a comparaciones con el pasado. No dudó en señalar que se trataba de un día importante para Cangas y que este debate era un ejercicio de democracia que esperaba que continuara. “Hoxe debemos estar á altura do cargo”. Como hiciera la alcaldesa, Otero hizo un relatorio de las obras realizadas por su departamento. Dejó claro en su intervención que la mejora de la limpieza viaria pasaba por la externalización del servicio e insistió en desvincularse de la Mancomunidad de Municipios, algo con lo que parece estar ahora de acuerdo el PP y que hace constar en una de sus resoluciones que no se debatieron

El concejal de Hacienda, Xosé Xoán Santamaría habló de la herencia dejada por el PP, de su difícil gestión y de las anomalías detectadas. Dijo que su política se basaba en la auteridad del gasto público. Sotelo dijo que lo único que había hecho era endeudar más al concello y recordó que él tuvo una herencia mucho peor, con deudas a la Seguridad Social y un plan de inversiones que está sin ejecutar. Santamaría replicó. “O endebedamento de Cangas é moi difícil de aumentar. No informe de intervención, cando collimos o goberno figuraba unha deuda total pendiente de 20.877.550 euros”. El publico dijo un ¡oh! muy largo.