El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha desestimado el recurso presentado por el Concello de Vilaboa sobre el deslinde con Moaña, dando la razón, una vez más, al municipio moañés y ratificando el límite histórico realizado en 1938 entre ambas villas.

La problemática surgió hace cuatro años, cuando la Comunidad de Montes de San Adrián, a través del ayuntamiento de Vilaboa, solicita que se revise el límite marcado hasta ese momento con Moaña, alegando que más de seis hectáreas de los montes de Domaio correspondían a su municipio. Los terrenos se sitúan en la zona conocida como de O Castillo, donde ahora están enclavados unos mojones para marcar el deslinde.

Tras la solicitud de Vilaboa, la Xunta realizó un análisis de la situación y contrasta la documentación existente presentada por ambos Concellos hasta el momento para verificar la validez del límite actual. Finalmente, estableció que el deslinde entre Moaña y Vilaboa será el acordado en 1938, cuando se lleva a cabo la primera medición con representantes de los dos concellos.

Sin embargo, los comuneros de la parroquia de San Adrián no compartieron el resultado de esa revisión y Vilaboa optó por recurrirla ante el TSXG. Éste acaba de dictar sentencia, una vez más, a favor de Moaña, alegando que las pruebas aportadas por el ayuntamiento de Vilaboa son “insuficientes”, explica el alcalde, Xose Manuel Millán. El regidor moañés asegura que “esto vén a confirmar o que xa sabíamos, que os terreos son nosos”, y añade que “non obstante poden volver a recurrir se queren” aunque estima que sería perder o tempo”.

Por su parte, el presidente de la Xunta de Montes de Domaio, Juan Santos, asegura que “estaba claro que nos darían a razón porque é un deslinde fixado en consenso fai moitos anos por ambos concellos”.