"Nadie hace un parque nacional en contra de los propietarios de los terrenos", garantizó ayer el director adjunto de Parques Nacionales, Juan Garay Zabala, en un concurridísimo acto informativo celebrado ayer por la noche en el salón de plenos de Cangas y organizado por la Comunidade de Montes do Hío con la intención de poner sobre la mesa los beneficios y perjuicios que puede acarrear la inclusión de la Costa de Soavela en el parque Illas Atlánticas. "Cualquier modificación se hará porque lo quieran ustedes, no porque lo imponga el Estado", remarcó Garay, que desgranó algunas de las ventajas ambientales y económicas -sobre todo vinculadas al auge turístico- que supondría dicha inclusión, aunque también las limitaciones que habría que asumir a cambio.

El ponente abrió la sesión con un recorrido histórico sobre los parques nacionales en España y en el mundo, así como en la repercusión que esa figura -ya sea la inclusión a todos los efectos o como zona periférica_- causó en los lugares que abarca y en su población. "Están orientados al uso y disfrute público de los ciudadanos", resumió al final de su breve exposición, lo que provocó las primeras reacciones de los detractores del parque, muchos de ellos vinculados a colectivos de pesca recreativa, a la explotación de las playas o con propiedades en terreno protegido. "Tranquilos, que no vengo aquí a venderles la burra. Estoy aquí para explicarles lo que hay, y luego la decisión es suya", los tranquilizó, antes de abrir una intensa ronda de preguntas entre los asistentes.

"Siento sonrojo por lo que ha dicho", comenzó un miembro del club Bahía de Vigo, que denunció la "persecución sistemática" de los ciudadanos, que no se les consulte sobre decisiones que les afectan y que el Estado no tiene dinero para invertir en los parques, y solicitó invitar a las jornadas "a gente de Doñana o de Ons, para saber las consecuencias que sufren". Juan Garay pidió consultar estadísticas para comprobar que "los pueblos con rentas más altas están cerca de un parque nacional".

Otros vecinos incidieron en lo inapropiado de incluir un "área metropolitana" en el parque, las restricciones a la pesca, en la proliferación de "moita bichería, como xa pasa con ardillas ou xabaríns", e incluso en los supuestos "amaños" de la comunidad de Hío con la Administración para incluir el monte en Illas Atlánticas. Pero un nutrido grupo de asistentes cerró la sesión con aplausos al ponente y a la labor de los comuneros por acercar a los ciudadanos más testimonios para la reflexión.