El convenio urbanístico del nuevo campo de fútbol de Bueu sigue encontrando algunos escollos por el camino. El pleno tuvo que modificarlo en el mes de noviembre para incorporar nuevas parcelas al ámbito, un trámite que requiere de una nueva fase de exposición pública y aprobación definitiva. Ese plazo de alegaciones todavía no ha concluido, pero ya se ha presentado un recurso y que está firmado de manera conjunta por dos vecinos. Se trata de dos personas que también recurrieron cuando se aprobó el acuerdo original, en el mes de marzo, aunque sus argumentos fueron luego rechazados por los técnicos municipales.

Según explican las fuentes consultadas, el contenido del recurso es muy similar al primero. Los afectados recuerdan que el lugar en el que se pretende construir la dotación deportiva, en A Graña y cerca del río Bispo, no tiene la calificación urbanística adecuada, puesto que es suelo rústico. Argumentan que en el actual planeamiento existen espacios reservados para equipamientos deportivos [en el Castrillón] y subrayan que el campo debería situarse allí.

La cuestión urbanística no se limita sólo a la calificación del suelo, sino a su cercanía con el río Bispo. Inciden en que la legislación protege las zonas cercanas a las cuencas fluviales, aunque Augas de Galicia ya remitió hace meses su visto bueno a la construcción del terreno de juego en esta zona. De hecho, desde el mes de octubre el ayuntamiento ya ha realizado algunas obras en el entorno, que básicamente se han ceñido a la delimitación del ámbito del campo de fútbol y a la limpieza de las parcelas que se ocuparán.

Plazo abierto

Por el momento, el plazo de exposición pública continúa abierto y una vez que concluya los técnicos deberán analizar los recursos presentados. Si deciden desestimarlos [ahora mismo parece la opción más probable], el convenio deberá ser aprobado definitivamente por el pleno de la corporación. A partir de ese momento, el gobierno local podrá iniciar las gestiones necesarias para conseguir los terrenos que le hacen falta para construir el campo de fútbol. "Non se trata de un problema de superficie, porque os 13.000 metros cadrados son suficientes, senón de distribución", explica Juncal. Y es que debido a las características del terreno habría puntos en los que el campo no alcanzaría el ancho mínimo reglamentario. Por ello, las alternativas que se barajan pasan por una permuta con algún propietario del entorno.

A continuación será cuando se pueda dar el impulso definitivo al trámite para la autorización previa, que ahora mismo se encuentra en suspenso en la Dirección Xeral de Urbanismo. El departamento autonómico, que depende de la Consellería de Política Territorial, ya avanzó que autorizará la actuación aunque con algunos condicionantes. Entre los trámites que debe cumplir el ayuntamiento está el de la titularidad y plena disposición del terreno en el que se construirá la dotación, una exigencia que el consistorio buenense todavía no se cumple.