La remodelación integral de la Casa da Cultura y la reforma de la Lonxa Vella, junto a la dotación de alumbrado al Casco Vello son las actuaciones que la Concellería de Cultura e Patrimonio de Cangas prioriza para financiar con los fondos del Estado para la promoción del empleo, de los que Cangas recibirá casi 4,5 millones de euros. Las tres actuaciones rondan, conjuntamente, un millón de euros, la quinta parte del dinero, y su propuesta al Estado está pendiente de "axustes" en la propuesta global. "Hai actuacións básicas e outras que poden agardar. Haberá que aquilatar as cantidades disponibles aos propósitos", afirma el edil Xosé Manuel Pazos, que confía en que estos fondos sirvan para "adecentar" las infraestructuras culturales y patrimoniales del municipio.

La reforma integral de la Casa da Cultura es una deuda pendiente desde hace años. Tal es así que, 21 años después de estrenarse, todavía sigue con luz de obra, según reconocen fuentes municipales, por lo que la potencia es muy limitada e impide, por ejemplo, mantener los radiadores de la calefacción encendidos al mismo tiempo que otros aparatos eléctricos. Además, la estructura del edificio se ha deteriorado, de arriba a abajo, sin que se le hayan hecho más que "remendos". Esta misma semana, varios usuarios de la biblioteca mostraron su malestar por el agua que cae por el tejado y las paredes, donde las filtraciones son constantes, aunque no se trata de un problema nuevo, sino que se padece "desde hai anos". El edificio carece, asimismo, de ascensor, lo que impide el acceso a la sala de exposiciones Ángel Botello y a las aulas superiores a personas con discapacidad o con movilidad reducida. "A biblioteca é a única planta accesible para todos", reconoce Pazos, que cree llegado el momento de eliminar estas barreras arquitectónicas. La mejora de la accesibilidad es uno de los objetivos del plan del Gobierno central con estos fondos gestionados desde los ayuntamientos.

Las primeras estimaciones sobre el presupuesto necesario para arreglar la Casa da Cultura cifraban en 384.000 euros el dinero necesario para este fin, pero ahora ese importe se considera a todas luces insuficiente para realizar las mejoras básicas y ya se habla de un mínimo de 700.000 euros. Una inversión que trata de impedir que continúe su deterioro hasta dificultar los usos que acoge, pero que deja de lado una propuesta más ambiciosa y económicamente "inafrontable" en el momento actual. El gobierno local baraja la opción de acristalar los soportales y ganar espacio interior, pero esa medida, muy probablemente, aún tendrá que esperar. "De momento, temos que aquilatar ás actuacións aos cartos existentes", recalca Xosé Manuel Pazos. Aunque la actuación y la inversión seguían ayer sin concretarse, entre los grupos del tripartito hay "sintonía" y coinciden en lo básico.

Lonxa Vella

Otro de los inmuebles culturales que se pretende poner en uso con los fondos estatales para promover el empleo es la denominada Lonxa Vella, en la Avenida de Bueu. Las instalaciones están cerradas debido al mal estado de la estructura, que obligó, primero, a trasladar las actividades de la banda de música Bellas Artes al Auditorio, y, después, a suspender los cursos de formación que se impartían en el edificio.

La idea del gobierno local, que ya dispone de un proyecto básico, es cambiarle el tejado, reforzar la estructura, instalar un nuevo sistema eléctrico y realizar una división interna del local en dos salas:_la de la fachada para los ensayos de la banda de música y la posterior destinada para otros usos vinculados a las actividades musicales, danza y afines. También se prevé dotar al edificio de los servicios necesarios para estos fines. "Non podemos deixar que se caia a cachos", advierte el concejal de Cultura e Patrimonio, que estima entre 90.000 y 100.000 euros la inversión necesaria para afrontar esta actuación "básica" y abrir a los ciudadanos unas instalaciones céntricas y accesibles para los colectivos que carecen de un espacio adecuado.

También existe coincidencia a la hora de promover la mejora del alumbrado en el Casco Vello con más farolas y de mayor intensidad, pues las llamadas popularmente "calles de arriba" permanecen en penumbra durante toda la noche. Si no es posible afrontarlo con los fondos estatales, el tripartito recurrirá a las ayudas de otras administraciones para llevarlo a cabo.