La obra de los departamentos para marineros del puerto de Beluso ya tiene fecha de finalización: finales del próximo mes de octubre, con casi un año de retraso con respecto al plazo previsto inicialmente. Las obras las ejecuta Portos de Galicia y tienen un presupuesto de más de un millón de euros.

La construcción de las casetas es una obra demandada por la Confraría de Bueu y por el propio sector, que se ve obligado a almacenar en la explanada del puerto los distintos aparejos de pesca. Pero su ejecución no ha estado exenta de polémica, ya que el inmueble diseñado por los arquitectos Vicente Irisarri y Guadalupe Piñera está proyectado en dos alturas y los vecinos se quejaron de su impacto visual.

Hasta la parroquia buenense tuvieron que desplazarse en varias ocasiones responsables de Portos de Galicia y los propios técnicos para explicar los detalles de la actuación. De hecho, durante varios meses los trabajos estuvieron paralizados o ralentizados, mientras el departamento autonómico buscaba una solución que contentase a todas las partes. Las obras, que arrancaron en septiembre de 2006, debían estar concluidas a finales del año pasado.

Finalmente, se ha optado por seguir adelante tal como estaba previsto y sólo se han introducido ligeras modificaciones. Así, en el costado izquierdo de las casetas, se ha optado por reducir en un metro y medio la altura de la segunda planta. Lo que no ha cambiado es la dotación de espacios para los clubes de náutica recreativa y de una cafetería con terraza.

El final de las obras en Beluso vendrá acompañado por el inicio de otras: la regeneración de la playa de Pescadoira, gravemente afectada por actuaciones anteriores de Portos en la propia dársena pesquera. El proyecto consistirá en la reconstrucción parcial del antiguo muelle de Atilio y la construcción de dos nuevas estructuras, que arrancarán desde el muro del paseo y que poco a poco se irán adentrando en el mar. En la parte más cercana al antiguo muelle será un muro de piedra mientras que en el costado más próximo a la Casa do Mar será una empalizada de madera. La actuación tiene un coste de 355.000 euros.