La llegada del buen tiempo ha permitido a la empresa Arbogal comenzar el tratamiento de los pinos mansos del atrio de San Roque afectados por un insecto xilófago (consumidores de madera) que amenaza secarlos. Los especialistas han comenzado por fijar el sistema colgante y podar las ramas deterioradas, a las que seguirá la colocación de trampas con feromonas de agregación que iniciarán el momento adecuado para aplicar el tratamiento insecticida, así como el saneamiento del suelo y la aplicación de nutrientes.

La enfermedad se manifiesta en la decoloración de parte del tronco y de la copa, lo que obliga a cortar las ramas salientes, con la consiguiente pérdida de equilibrio y riesgo de caída de los ejemplares, por lo que se utilizará un sistema de fijación con tensores. La propuesta de actuación se realizó a instancias de un informe de Pedro Mansilla, ingeniero jefe de la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, perteneciente a la Diputación. El ataque se debe a la especie Ips sexdentatus, un"perforador que es el escolítido de mayor tamaño de la fauna española y cuyos ataques pueden llevar a la muerte de los pies afectados".

Elementos patógenos

Asimismo, en el suelo se ha detectado el patógeno Phytophthora citricola, que puede llegar a afectar a las raíces absorbentes, así como el Phellinus pini, un hongo de pudrición que "puede llevar a una degradación importante de la madera". Además de la poda, se proponen otros tratamientos complementarios, como el insecticida, y el encargado de realizar los trabajos es el especialista Faustino Meis, a quien el concello le adjudicó el contrato por 3.727 euros. Junto a él trabajan otros operarios, ya que se trata de una operación en altura que precisa de arneses adecuados y conlleva riesgos.