El temporal de lluvia y viento se dejó sentir con fuerza en O Morrazo, con árboles, muros y tejados caídos en numerosos puntos de la comarca. Uno de los sucesos más graves tuvo lugar en el puerto de Domaio, donde dos bateeiros se soltaron de sus amarres alrededor de la una de la mañana y acabaron chocando contra las rocas. También en el municipio moañés se registró la caída de un árbol sobre un coche que estaba circulando aunque afortunadamente no se registraron heridos.

Los dos barcos involucrados en el incidente de Domaio fueron el "María Macarena" y el "Airiños do Mar". El que sufrió más daños fue el primero, un bateeiro de madera de 18,30 metros de eslora y 5,70 de manga. Su armador, Manuel González, fue alertado por un vecino que se encontraba en el muelle y asegura que si no llega a ser por esto "agora o barco sería un feixe de tablas". Las dos embarcaciones estaban atracadas en la punta del muelle, debido a la falta de espacio en la dársena y por cuya ampliación lleva esperando el sector nueve años. Las fuertes rachas de viento rompieron los amarres y los buques fueron a parar a las piedras de la escollera. Debido al impacto contra las rocas, el bateeiro sufrió una vía de agua y durante la mañana de ayer su armador se esforzaba en achicar el interior para evitar que se hundiese.

A las 2.00 horas caía un árbol, en la zona de A Borna, sobre un Reanault Clio que circulaba en sentido Rande. Era un pino de 6 metros, cayó desde el margen izquierdo y atravesó toda la calzada. Provocó el hundimiento del techo y daños varios en el vehículo. El conductor, un vecino de Meira, salió ileso aunque aturdido por el susto. Protección Civil de Moaña llegó a atender hasta seis caídas de árboles.

En el municipio moañés se atendieron otros sucesos como la caída de un poste de Fenosa en Touzal, voló parte de un tejado de una vivienda en Palmás y un vecino de Vigo, M.C.P., que conducía un Opel Corsa se salió de la vía en la calle Ramón Cabanillas y causó daños a otros vehículos estacionados.

En el Concello de Cangas la madrugada también fue intensa y movida. El turno de noche de la Policía Local y de Protección Civil de Cangas empezó pronto a salir de la base. A las 00.05 horas de ayer una llamada les obligó a desplazarse a San Roque, al Camino Vello, donde los andamios de una vivienda fueron derribados por el viento y causaron daños en un vehículo. El viento desplazó el andamio hasta situarse en medio de la calzada.

Protección Civil, Policía Local y los bomberos colaboraron estrechamente en la retirada de dos vallas de publicidad de grandes dimensiones (8x3 metros) en la rotonda de acceso al Corredor do Morrazo desde la PO-551 ya que había serio riesgo de desplome.

El colegio de Castrillón, en Coiro, sufrió con fuerza la acción del temporal. El viento levantó el tejado de la biblioteca del centro escolar, propiciando que la lluvia causara daños en los libros y en los equipos informáticos de su interior. Desde la dirección del centro se dio aviso a Protección Civil de lo que sucedía a las 9.05 horas. También se registró un susto de importancia en la Praza de Andalucía, donde cayó un muro del bajo de un edificio.

Por otro lado, un cable de televisión Sesteiro, que ocupaba la calle en la Cruz de Castro, tuvo que ser retirado. Lo mismo sucedió con un árbol que cayó sobre un vehículo en la carretera PO-551, a 200 metros de la estación de servicio de A Magdalena. En esta zona también cayó al suelo un cable eléctrico de baja tensión y los bomberos debieron retirarlo puesto que echaba chispas.

Campo de fútbol de Bueu

En el ayuntamiento de Bueu, el suceso más grave se registró en el campo de fútbol municipal. El viento derribó parcialmente casi veinte metros de un muro perimetral, arrancó varias uralitas de los vestuarios y tiró el portalón de acceso al campo.

También se registraron numerosos desprendimientos de tejas en lugares como Cabalo o Pescadoira. En esta última zona, se valló un tramo para evitar riesgos mientras se procedía a la reparación de los daños. La Policía Local también atendió varias caídas de árboles en A Barraca (Cela) y Bon. El viento también desplazó numerosos contenedores que carecían de freno y muchos de ellos acabaron chocando contra vehículos estacionados en la vía pública.